Primero, decidí ir a la cama temprano. Creo que después de un breve sueño, perdí toda la intención de dormir. Vi una película y el sueño desapareció por completo. Baje por un poco de agua y comí cualquier cosa. Regresé al cuarto de arriba y después de dar una pequeña caminata, decidí actualizar la lista de mis Transformers. Mi colección es la catarsis diaria. Después de todo, ellos hablan mi idioma (cuando quiero transformarlos, ellos gustosos cooperan. Por lo menos así lo entiendo, espero no equivocarme). Mientras contabilizo y actualizo, escucho murmullos en las afueras de mi casa. Algunos parecen festivos, otros discusiones y otros tantos ruidos al azar. La gente anda muy despierta a estas horas de la madrugada. Lamento no poder conciliar el sueño, pero al parecer, no soy el único. Voy a dosificar todos los TF que recibí esta semana. Así podré acomodarlos poco a poco sin convertir la habitación en un caos. Por lo menos no en uno peor al cual ya tengo ahora.
31 de enero de 2009
28 de enero de 2009
Ese es Omega Supreme, ¿no?


Childhood dream: check.
El Dr. Müller y su ahora señora esposa compartieron su último día en México con nosotros, antes de regresar a las Islas Caimán (¿o eran Canarias? No recuerdo). Nos lanzamos a ver The Spirit, que al final dejó un sabor como al sentimiento ardilla que se carga Frank Miller porque todo el mundo se hace rico y famoso con su trabajo menos él. Léase: no es buena. Y es oficial: Así como Val Kilmer nunca se pudo quitar el chip Jim Morrison y desde entonces siempre actúa igual, a Samuel L. Jackson se le trabó el pedo en Jules Winnfield desde Pulp Fiction. Mace Windu comiendo una Big Kahuna me habría hecho reír en SW: ROTS, pero ahora me da como pena por él. Si me preguntan, creo que fue un pretexto muy caro y elaborado para verle durante dos segundos las nalguitas a Eva Mendes. Y doña Scarlett.... bueno. Como villana simplemente no.

En lo que va de la semana recibí dos paquetes: el que se ve en la foto y otro que es como la cuarta parte del tamaño del visto aquí. Paradójicamente, el más pequeño, trae más TF útiles para mi colección que el otro. Es importante señalar que esta cajota rompió el record impuesto por Fortress Maximus (quien pesó poco más de 6 kilos), al marcar un peso neto de 10.3 kilos.

Pronto mostraré el contenido de ambas.
26 de enero de 2009
Belleza que sólo un hombre puede entender


Ya era hora de jubilar a mi viejo, pero fiel Sharp HTDD–5000 Dolby Digital 5.1 —que se acerca ya a los 10 años de vida— para descansar y ceder su puesto como cerebro de mi centro de entretenimiento. El HTDD–5000 me acompañó desde mi Dreamcast, pasando por numerosos reproductores DVD, Xbox, GameCube, X360, Wii y el Sony BDP–300. Compartió tiempo con la Sony WEGA del exilio, la JVC de mi habitación, la Tantus de Red, mi primera (y hasta la fecha última) Bravia y por supuesto con mi Philips Ambilight. Lo jubilé el fin de semana, pero sólo a el y el subwoofer, ya que sus altavoces —que son pequeñas joyitas en madera superacústica de 100 watts— son ahora parte de mi nueva configuración 7.1 (incorporé un par de satélites Philips en standby de Red). Una de las razones principales para el upgrade son las nuevas codificaciones de audio en los discos Blu–ray. Pero además del sonido puro y cristalino, el nuevo bebé de la familia tiene la capacidad de escalar cualquier fuente de video análoga a 720p. Ya la probé con Sky y la diferencia si es notable, aunque por el grado de compresión que manejan estos bastardos, la señal no es tan buena como digamos, un canal HD captado por antena aérea. De cualquier modo se ve mejor y próximamente probaré el Wii para ver qué tanta es la mejora. Ahora sólo necesito un subwoofer preamplificado para completar el escenario sonoro y un espejo para contemplar en cualquier momento la majestuosidad de la parte trasera del AVR–247.
22 de enero de 2009
Con V de Vainilla

18 de enero de 2009
Weekend with a Wave

15 de enero de 2009
It's a new dawn, it's a new day...

(fin de la fanfarria)
Continúa en la página siguiente...
Primero una aclaración: cuando el paquete que contenía esta figura llegó, el Tocayo fue el único que intentó adivinar de quién se trataba. Y aunque lo hizo correctamente, sólo tenía el 50% de la razón. Explico rápido: Fortress Maximus fue un personaje que se lanzó en US/Japón en 1987, como parte de la línea Headmasters G1. Fue el primer TF en superar la barrera de los 100 dólares y debido a su costo y su tamaño, se convirtió de inmediato en objeto de deseo, algo que llevó a su escasez. En el 2000, Takara lanzó la línea Car Robots, en la cual reedito al robusto personaje para darle gusto a todos aquellos que querían tenerlo en sus filas de personajes plásticos. Así, nació Brave Maximus, que ven aquí. Y a pesar de que Car Robots vio la luz en Estados Unidos como la línea Robots in Disguise, esta figura nunca regresó a América, debido a complicaciones que tuvo Hasbro para lograr que la figura pasara las pruebas de seguridad para juguetes plásticos para niños (este sujeto puede matarte si se lo propone). Como sea, el personaje apareció en la serie animada norteamericana Robots in Disguise, utilizando el mismo nombre que en G1, es decir, Fortress Maximus, ya que para propósitos de la continuidad, se trata prácticamente del mismo personaje. Para dejar entonces esto claro, en los círculos de conocedores se utiliza indistintamente el nombre Fortress y Brave, aunque lo preciso es Brave Maximus. En mi blog utilizaré el nombre que me venga en gana.
Existen tres razones principales por las cuales adquirí esta y no la G1:
1.- La más evidente, la paleta de colores que se utilizó. En lo personal, los colores de la figura G1 no me fascinan. No son malos, pero le dan un tonito Playskoolish al robot. Mucho azul claro, gris, blanco no me prendían. Además, como ocurre con todas las figuras con más de 20 años que no se cuidan bien, la mayoría de los FM que aparecen en eBay tienen amarillentas las partes blancas, algo que las hace lucir más auténticas, pero no tolero en esta figura. La combinación en BM le da un toque más agresivo y serio. Después de todo se trata de un titán de titanes.
2.- El precio. Esta figura, si la consigues en un buen trato (como yo), puede costarte hasta menos de la mitad de lo que cuesta un FM (uno completo a precio decente y en estado decoroso no te cuesta menos de 700 dólares). Esta diferencia en precio tiene pros y contras. Contras: tiene menos accesorios que el G1 (esto es de fábrica, ya que Takara decidió no incluirlos por sus pistolas). Para ser precisos, faltan un par de armas, dos vehículos que forman un pequeño personaje adicional y un par de armas pequeñas. Y aunque esto para nada le resta potencia al personaje, si son como detallitos en contra (ya trabajo para conseguir esas partes por separado, aunque me duele pagar +100 dólares para obtener unas cuantas piezas de plástico). Pros: la figura está como nueva, no tiene partes rotas, las partes metálicas, hasta donde se, son más resistentes que sus versiones G1 y finalmente, dicen que el plástico en general se siente mejor en algunas partes. Esto no lo puedo aseverar, ya que nunca he tocado un FM G1.
3.- Esta figura me pone un paso más adelante de completar el catálogo RID/Car Robots, una de mis líneas favoritas, cabe señalar.
Les dejo algunas fotos para que conozcan un poco más esta figura. Aprovechen que dormita, porque cuando despierte, ¡será implacable!







Planeaba abrir esta figura justo la noche antes de mi cumpleaños. Sería muy especial, ya que desde Noviembre, tenía planeado alcanzar los 365 Transformers justo el día 365. Es evidente que sobrepasaré el promedio de una figura diaria para cuando llegue mi festejo anual. La razón por la cual decidí abrirla y no esperar es que el día de ayer no fue un muy buen día que digamos, el futuro no se ve muy alentador. Hoy incluso recibí varias noticias bastante desagradables. El panorama económico pinta complicado para el mundo en general, y por supuesto, esto repercutirá de manera importante en todos los que nos dediquemos a hacer compras frecuentes en el extranjero. Ayer el dólar alcanzó un máximo histórico en mi país (40% arriba de lo que estuvo en su mejor momento durante el año pasado). En estos momentos complicados, necesitaba una pequeña dosis de Energon para dar un respiro y continuar con la rutina. Aprendamos un poco de la fortaleza de este personaje y su frase célebre:
"Prepare for war, but strive for peace."
(Sigh...)
Y rematando con la famosa línea de Nina Simone, "'it's a new life, for me. And I'm feeling good..."
14 de enero de 2009
Líder con estrella



BTW, es hora de abrir una caja...
13 de enero de 2009
Los mejores TF del 2008

Mejores tratos del 2008
12.- 37 figuras de la Trilogía Unicron en excelente estado en menos de 500 dólares.
11.- Comprar a Blitzwing G1 completo en menos de 40 dólares y recibirlo en 4 días.
10.- Comprar mi Megatron Masterpiece y pagarlo en abonos quincenales, llevándomelo primero.
9.- Comprar en menos de 45 dólares el Starscream Supreme (con 2 TF Legends of Cybertron de regalo) para mi oficina.
8.- Recibir después de muchas horas de incertidumbre, mi Thundercracker Henkei desde Japón.
7.- Comprar el megalote de Alternators para semicompletar mi colección, vender los repetidos que me llegaron con ese lote y recuperar mi inversión total más un pelico extra.
6.- Adquirir 2 megalotes de Beast Wars para un total de 66 figuras por menos de 100 dólares.
5.- Comprar al Millenium Falcon Transformers Crossovers: Star Wars nuevo en menos de 24 dólares.
4.- Comprar a
3 .- Comprar mi Optimus Prime RID Universe Wal–Mart Exclusive a un precio menor que la figura RID normal.
2.- Conseguir mi Toys–R–Us Japan Exclusive Car Robots God Fire Convoy Clear Giftset with Super God Sword a un excelente precio y tenerlo en menos de una semana.
1.- Comprar mi Shockwave Binaltech y recibir gratis mi primer Shockwave G1.
Las mejores sorpresas (buenas) del 2008
12.- Lugnut Animated
11.- Megatron Cybertron Leader
10.- Ironhide Universe Classics
9.- Optimus Primal Beast Wars (Gorilla)
8.- Nemesis Breaker Cybertron
7.- Speedbreaker RID (azul)
6.- Omega Supreme Energon
5.- Jetfire Classics
4.- Darth Vader/Death Star Transformers Crossovers: Star Wars
3.- Speednuke y Bulletproof Road–Bots
2.- Shockwave Binaltech
1.-
Las mejores adquisiciones del 2008
12.- Ravage Alternator
11.- Galvatron RID
10.- Jetfire G1
9.- Megatron Classics
8.- Mirage Alternator
7.- Starscream Cybertron Supreme
6.- Nemesis Prime RID
5.- Optimus Prime Armada
4.- Optimus Prime Cybertron Galaxy Force
3.- Optimus Prime Masterpiece MP–04
2.- Shockwave G1
1.- Toys–R–Us Japan Exclusive Car Robots God Fire Convoy Clear Giftset with Super God Sword
12 de enero de 2009
Idea Suelta: Who will watch the Watchmen?

Watchmen es la mejor novela gráfica que he leído. Así de fácil. Mi bagaje en la materia se limita al material con el que tuve contacto durante la década de 1990, así que tampoco tengo muchos parámetros de comparación con obras publicadas antes o después. ¿Por qué es buena? Porque nunca había leído algo como esto. La forma en la que está estructurada la historia (que ya de entrada es una de las mejores historias de superhéroes que conozco) es lo que hace a Watchmen tan especial. No es la típica historia Marvel, donde A) un malo hace algo malo, b) los buenos intentan detener al malo, c) el malo se ve más inteligente que los buenos y c) los buenos ganan o medio ganan. Tampoco es la crónica fancy Wildstorm o Image donde el estilo gráfico en ocasiones sirve como distracción de historias con una hoja carta de argumento y 20+ giros de tuerca que al final revuelcan la historia en confusión.
Watchmen es complejidad, sensibilidad y fuerza que tienen como marco una historia verosímil, humana, llena de elementos mundanos con una excesiva carga de emotividad. Los personajes se alejan de la unidimensionalidad que por lo regular abunda en los comics (el héroe adolescente, el villano trágico, el antihéroe irreverente, etc) y rebozan realidad. Los héroes son humanos en toda la extensión de la palabra.
Bastaron siete páginas (como los 7 segundos de Carol Kinsey) para darme cuenta que no me embarcaba en un viaje ordinario. La narrativa rompe los esquemas de lo tradicional y además, de paso, les mienta la madre. La obra de Moore, Gibbons y Higgins es tan diferente, que en ocasiones es hiriente. Hiere la racionalidad del lector habituado a las historias simples donde todo está bajo control y el lector es el que lleva las riendas. En Watchmen, no sólo eres un espectador sin poder y control, eres un curioso que a lo largo de las páginas recibirá migas de información tan pequeñas y subjetivas, que tu hambre por conocer más te obligará a seguir leyendo a pesar de la humillante sensación de total desconocimiento. No existirá un sólo momento en el que la historia te desinterese o sea floja. Desde mi punto de vista, esto es justamente la clave del éxito en Watchmen: el saber siempre tan poco de lo que en realidad ocurre, es lo que mantiene vivo el interés en la historia y el deseo por interpretar hasta el más mínimo detalle.
No pienso echarle a perder el gusto de leer esta obra a nadie. Simplemente diré a los que no lo han hecho que no se eviten el gusto de disfrutar esta pieza de inteligencia gráfica. Buscarle negativos es fútil. La coherencia de la historia/arte es inviolable.
Ahora bien, con la película a la vuelta de la esquina, tal vez a alguien le interese conocer mi pronóstico (o tal vez no). Pero igual me vale madre y lo daré. Hace tiempo, hablé con un conocedor de los comics y lector fanático de la obra. Él comentó que se sentía decepcionado por lo que había visto en los trailers ya que no había “tomas propositivas” o elementos “diferentes”. En concreto: él esperaba más. Debo aclarar que cuando tuve mi primer contacto con la cinta en este evento, para ser honestos, no entendí un pito de lo que se vio en pantalla. No supe quien era bueno, malo, de que se iba a tratar, nada. Ahora, que vi el trailer más reciente, mi ritmo cardiaco se elevó al reconocer cada lugar, personaje, momento climático, diálogo y ver que Zach Snyder (director de 300), está haciendo lo que debe con la obra que se le encomendó. No puede existir “algo más”, no se tiene que hacer “algo nuevo” en una obra increíble como ésta. A finales de la década de 1980, cuando Watchmen vio la luz, fue innovadora por el manejo de la historia, las viñetas y su narrativa. Agregarle “tomas propositivas” o elementos “diferentes” a una obra perfecta corrompería el sensible equilibrio del que siempre sufren los comics llevados a la pantalla grande. Meterle más mano de la que debes a Watchmen, sería un pecado. Un pecado que ningún verdadero fan de la novela gráfica —me incluyo— perdonaría. Watchmen es increíble por lo que ya es, no por lo que esperas de ella. Y esto se aplica para la novela y la película por igual.
11 de enero de 2009
Mr. Anderson, we missed you...

10 de enero de 2009
300 + 8...


7 de enero de 2009
Gran comienzo de año

–Todo comenzó durante los últimos días de Noviembre. Me aventuré a realizar una de esas compras en un lugar remoto, con credenciales dudosas, a un precio que no puedes ignorar. Como toda venta de este tipo, el riesgo era mucho, había pocas garantías si algo salía mal. Pero bueno, el que no arriesga, no gana, así que realicé la compra.
–La primera semana fue muy angustiante, ya que después de pagar, no recibí ningún tipo de confirmación de que se envió/enviaría mi paquete. Tras algunos emails al lugar (incluso uno último en tono amenazador), por fin recibí la confirmación del envío con un número para rastrear.
-Una semana más tarde, el envío había llegado al país. Al venir por la mensajería Express, bastarían un par de días para tenerlo entre mis garras. Obviamente, esto no fue así. Por ello, me comuniqué con el servicio postal para conocer el estado del paquete, recibiendo noticias contradictorias. Decidí esperar un poco más.
-Una semana más tarde, ya tenía alrededor de 6 teléfonos que los eficientes empleados del correo me habían proporcionado para intentar rastrear el paquete. Una veintena de llamadas después, la situación era la misma: el empaque no había modificado su estado en la consulta en línea y nadie sabía a ciencia cierta dónde estaba mi paquete.
-Una semana más tarde, llegó la peor época del año para intentar encontrar a un empleado del gobierno. Aún así, intenté rastrear mi paquete y buscar una respuesta satisfactoria. Para estas alturas, ya tenía 14 teléfonos diferentes y muy pocas esperanzas de encontrar lo que había comprado.
-Una semana más tarde (tres de retraso, si llevan la cuenta), ya me había comunicado con mi oficina postal local e incluso con el cartero que ha entregado algunos de mis paquetes para saber si había alguna novedad. Esto sin éxito, claro. En pocas ocasiones alguna persona contestaba mis llamadas y me daba alguna esperanza.
-Esta semana me comuniqué con el vendedor del producto para informarle de la situación y tratar de llegar a un acuerdo (el envío se aseguró, pero obviamente el pago vendría después de que se comprobara que el paquete se extravió, proceso que llega a tomar meses). Agoté los 14 teléfonos tratando de encontrar a alguien que me ayudara (¿el Chapulín Colorado?). Lo único que obtuve fueron frases como: “si trae algo chino, tu paquete seguro lo tienen los federales”, “igual y traía alguna sustancia ilegal y lo decomisaron”, “si está asegurado, mejor reclámalo ya”, “tu paquete sigue en el aeropuerto.... pero el aeropuerto es muy grande”, “tu paquete no se ha perdido, sólo que el sistema no sabe dónde está (sic)”.
-Ayer, mi tía recibió una notificación que clamaba urgentemente mi presencia en la oficina postal. El documento, con la leyenda ‘Segundo Aviso, Urgente!’ indicaba que mi paquete estaba ya en la oficina postal y que tenía que pagar una cantidad bastante choncha de dinero de impuestos. “¿Segundo aviso?”, “¿Impuestos?”, “¡Mi paquete!”. Esa fue la mejor noticia que recibí en el día.
-Hoy, con el documento en la mano, me trasladé hasta la lejana oficina postal correspondiente para reclamar (en todos los sentidos posibles) mi paquete. Para no hacer la historia larga más larga, resulta que la monita responsable de los registros donde se anotan los paquetes internacionales, nunca revisó el cuaderno donde se anotan las llegadas que causan impuestos en las 1000 + 1 ocasiones que se le pidió info. Pero peor todavía: nunca mandó el primer aviso “porque se le junto mucho el trabajo”. Por lo menos, tuvo la cortesía de responsabilizarse por un cargo de 50 pesos (como 3 dólares) por almacenamiento. El resto (como 80 de impuestos) los tuve que pagar para obtener mi paquete. No me importó.... de cualquier modo el contenido del paquete vale muchísimo más. Y con todo lo que pasé para conseguirlo, el valor se triplicó.
Para ser 100% honestos, ya abrí este paquete. La razón es muy simple: lo hice para checar la integridad de su contenido e informarle a la tienda donde lo compré que llegó sin problemas. Pero no formará parte oficial de mi colección hasta dentro de 41 días. O antes, si ocurre algo muy importante.
Los dejo con dos obsequios para meditar:
1.- La pregunta del día: ¿Cuántos Transformers hay aquí?
2.- La Máxima del día: el mundo es de los Valientes.