
El caso es que mientras yo armaba a mi armatoste legendario, mi carnal era muy feliz con su Dinobot. Después de un rato, me lo prestó y me agradó mucho su transformación. Pero hasta ahí llegó mi contacto con los reptiles robóticos. Sí, Grimlock, hasta el día de hoy, era el único Dinobot G1 que conocía físicamente. Tan no conocía al resto del grupo, que apenas hace rato me acabo de enterar que Swoop tiene rueditas de aterrizaje. A lo que han llegado los dinosaurios...
Los Dinobots eran una de tantas cositas medio obvias que le faltan a mi colección. Para ser honestos, tampoco me quitaba el sueño no tenerlos. Pero entre que me ganó la nostalgia y hoy que fue un día de investigación de campo en el trabajo, pues no pude rechazar un buen trato que se me cruzó en el camino. Todos están en muy buen estado -para los años que tienen-. Y aunque varios no tienen sus armas, eso no demerita el hecho de que están completicos y funcionando en toda su enormidad robótica.
Como sucede con cada G1 que tuve en mi niñez, Grimlock me vapuleó con la oleada de recuerdos. Vamos, lo pude transformar al 100% sin instructivo, casi casi con los ojos cerrados. Además, por si la adquisición no hubiera sido bastante buena, la persona con la que hice el trato me obsequió otro TF:

Los dejo con el comercial de TV que hacía salivar a mi hermano. 100% nostalgia ochentera.
Y yo que creí que iba a alcanzar la próxima centena limpio de figuras G1. Ellas me siguen a mi, no yo a ellas.
Se ven muy interesantes, saludos.
ResponderEliminarOH!! Yeah!!! de a poco mi amigo te vienes acercando al lado oscuro de los g1... :-P come Andres!! come to the dark side!!!!! :-P
ResponderEliminarYa veras cuando el resto de las figuras te dejen de gustar...
felicitaciones por el set además. Es genia tenerlos todos juntos, a mi me llevo tiempo y cuando lo hice fue un verdadero placer.
ResponderEliminarJa ja ja. Geunista tenías que ser!
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