24 de septiembre de 2008

¡200!: Thanks a lot

Para este tercer post, decidí darle el espacio que se merece al tipo de compras que más ayudaron a ‘enriquecer’ mi colección: los lotes de figuras. Y es que, para ser honestos, en gran medida le debo, a tres compras en particular, el hecho de alcanzar tan rápido los 200 Transformers. ¿Es bueno o malo adquirir cosas por lotes? ¿Lo barato salió caro? ¿Cuál fue el lote más grande que adquirí? ¿Fue tierno ese lote? Todas estas incognitas serán aclaradas aquí....

A diferencia de las compras por unidad, los lotes brindan la comodidad de la cantidad. Esto a veces no es del todo bueno, sobre todo cuando terminas adquiriendo cosas que no te interesan en un lote diverso. En el caso de los TF, bueno, es una ensalada mixta. Para empezar, muchos de los lotes que se venden, por ejemplo, en Mercado Libre o eBay son de figuras usadas -a veces son una mezcla de ambas-. En teoría, una de las ventajas de un lote es pagar menos por volumen de compra. ¿Esto aplica para los TF? Vaya que sí.

Es casi un hecho que cuando compras un lote, terminas pagando una cantidad menor a la que desembolsarías si compraras cada unidad por separado. Obvio. Este hecho se maximiza, sobre todo, cuando compras figuras en el extranjero. El ejemplo más claro son los lotes de Transformers Alternators que he adquirido (Ejemplos 1 y 2). En el primer caso, aunque se trató de una subasta que gané, el precio por el lote resultó inferior a lo que me hubiera costado comprarlos por separado. Esto claro, sin incluir los costos por envío individuales. Al tener una idea del precio unitario y sumarla para obtener un total tentativo, más o menos te das una idea de lo que podrías ofertar por un lote en subasta. Si 6 Alternators te costarían 30 dólares cada uno por separado, ¿por qué no ofertar los mismos 180 dólares y pagar un sólo envío? O incluso, ¿por qué no pagar menos?

Esto aplicó con el ejemplo 1, pero en el caso del 2, el lote consistía de 18 Alternators (11 de los cuales ya tenía). Aquí aplicó un poco más de visión: me quedó con los 7 que necesitaba para la colección y vendí el resto para obtener lo que invertí y una pequeña ganancia. Así lo hice, y tengo que decir que la ganancia fue sustanciosa. Y a pesar de eso, la persona que compró mi ‘lote de segundo dueño’ sabe que terminó haciendo un excelente trato. Simple.

Los lotes son una excelente forma de aplicar el ‘army up’, es decir, incrementar el número de soldados que tienes en tus filas de un solo jalón. Pero esto puede ser un arma de doble filo, ya que en el caso de los lotes usados, no siempre sabes el estado en el que se encuentran las figuras que adquieres, o puede haber varias que ya tienes, o vienen incompletas.

¿Recuerdan la adquisición de mi primer Megalote? En realidad eran tres lotes que le compré a la misma persona. Me dio un precio especial si compraba todos. Hice una contraoferta ofreciéndole un 25% menos de lo que pedía, a cambio de retirar del lote 9 o 10 figuras que yo ya tenía. Aceptó. Y sali ganando de cualquier modo (el también). En este caso, las cosas fueron buenas, ya que el 97% de las figuras estaban completas y en buen estado. El resto tuvo algún faltante o algún detallito mínimo de uso. No siempre se gana.

Para el último estirón antes de los 200, adquirí tres lotes de TF Beast Wars simultaneos a compradores diferentes. Uno de ellos contenía 27 figuras, el segundo -y más grande- un número indefinido de figuras, ya que ni el mismo dueño sabía a ciencia cierta cuantas estaban completas y en buen estado. El tercero debería tener 11 TF.

En el caso del primer paquete, prácticamente 23 figuras estuvieron completas y en buen estado. Al resto les faltó alguna parte del cuerpo mínima o algún arma. El segundo fue como armar un rompecabezas, encontrando piezas sueltas de uno por un lado, partes de figuras perdidas por el otro. Un caos. Después de varias horas, conseguí completar un número importante de figuras, e incluso, encontrar partes que completaron a figuras del primer paquete, Y recibí varios extras divertidos:

—Bebop, de las Tortugas Ninja, fue el primer colado de la tarde—

—El único miembro de la Federación de Comercio que logró escapar de la ira de Anakin—

—Antz, A Bug’s Life, a quien le importa...¡fueron dos y gratis!—

Al final, obtuve 27 figuras útiles de un lote que casi le pegó a las 63 figuras que contenía ese paquete. Nada mal si consideramos que el resto son, en su mayoría, Transformers repetidos o en estado sumamente inconveniente. ¿Y el precio? Digamos que justamente aquí es donde adquirí mis TF más baratos: 1 dólar con 12 centavos la pieza.

Para el tercer paquete la cosa fue más sencilla, todo venía bien organizado y los faltantes eran insignificantes. Tal vez trate de conseguirlos sólo para tener las figuras al 100%, pero en realidad no hay algo que me quite el sueño. Y en este paquete, tampoco podían faltar los regalitos adicionales (que incluso me hicieron pensar que el vendedor se trataba de un padre desmantelando el armario de su hijo):

—Muymamón, Requetemamón y Pinchemons, todos de la conocida serie animada Digimon. Los dos primeros son transformables, pero como que no van con mi colección—

—Todo un arsenal para Tortugas Ninja. El arma de Bebop venía y se la di, por supuesto—

Al final, todo quedó más o menos ordenado así:

—Los sobrantes que le venderé a alguien que los necesite—

—Animalitos, ya no caben en el Arca, pero sí en esta caja—

65 figuras que sirvieron para alcanzar (y superar) los 200 Transformers. ¿Qué quiero decir con todo este choro? Los lotes, la mayoría de las veces son una muy buena inversión. Además, la emoción de abrir poco a poco un lote Transformers es como el shuffle del iPod o la caja de chocolates de Forrest Gump: nunca sabes lo que te va a tocar.

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