Y como dijo Paul: “Juro que no morí”. La falta de actividad en el blog se debió al encierro cuasiobligatorio que se decretó en Ciudad de México y lugares afectados por el reciente brote de una enfermedad viral. No voy a dar opinión ni análisis cronológico de lo sucedido; para eso hay cientos de sitios en línea con información suficiente. Sólo dedicaré este post a la semanita pasada en la cual disfruté bastante el trabajo/diversión/comida en casa. Pásenle, acabo de desinfectar...
El pasado lunes 27, tan pronto entregué el reporte mensual blah blah blah, me retiré a casa. Las órdenes eran claras: si podíamos hacer el trabajo desde casa, bien. Y pues en el caso del equipo con el que trabajo, esto así fue. Luego entonces, desde ese día, me enclaustré y me convertí en un junkie de cifras y reportes sanitarios que aparecían en TV. En los tiempos muertos, descargué el Vol. 4 de Heroes, pero debido a que Red todavía no termina el tercero, pues me aguanté las ganas de chutármelo. La programación en SKY durante las mañanas era aburrida, así que me la viví wachando infomerciales de la mejor calidad, como aquel donde aparece Clubber Lang:
—¡Prepara un corte de carne con su respectivo maiz amarillo dulce en cuestión de minutos!—
A partir del día siguiente, comencé a trabajar desde las 8:00 am. Puntualito, prendía mi máquina y a darle al Excel y Lotus 123 para tener listos los reportes que enviaría a mis colegas para continuar con el flujo de trabajo. Alrededor de las 2:00 pm, me tomaba un breik y armado con cubrebocas, asistía a una plaza comercial cercana para comprar mi comida del día en Subway. Al regresar, continuaba con el trabajo y a las 4:00 pm, apagaba la máquina, prendía el Blu–ray y a disfrutar una peli mientras comía. En las tardes, Red regresaba de su oficina y seguíamos con la rutina semanal: ver las series del momento en TV. Después, un par de horas de videojuegos y el día terminaba.
El 1 de Mayo, día feriado, asistimos a nuestro supermercado de confianza bien tempranico. Esto por los constantes rumores sobre el desabasto de ciertos productos básicos debido a las compras de pánico que mucha gente realizaba producto de la creciente peligrosidad del virus y las medidas tomadas a raíz de la contingencia sanitaria. Pues los rumores eran ciertos...
—Por fortuna, el pasillo de las bebidas alcohólicas tenía buen aspecto. Bajen del arca...—
Más o menos temerosos de que la situación se prolongara, Red y un servidor, sin caer en pánico, realizamos las compras de la quincena contemplando una posible extensión de la cuarentena. ¿El resultado? El tiquete más largo y por ende, la compra de supermercado más costosa que hemos hecho desde que vivimos juntos. Bueno, además de cantidades industriales de alcohol, botanas y carne roja, salvé a un animallito que se encontraba solito en juguetería...
—Wolverine Transformers Crossovers: Marvel (#422). Con esto oficialmente regreso a la adquisición de figuras transformables—
La noche del 1 de Mayo, día feriado, el estimado EConde terminó con la rutina y nos invitó a su casa para echar el trago en compañía de puros desconocidos y un cuarteto de conocidas siempre con algo interesante que decir (Zayda, Ada, Deni Aurora y Rrouz). La noche transcurrió tranquila, con uno que otro tosigoso gargajiento sin cubrebocas, docenas de teorías de conspiración e intercambio de ideas sobre series televisivas.
El sábado, resultó que Blockbuster tuvo películas, series y Blu’s a mitad de precio, Sí, escuchó usted bien: 50% de descuento en todo el material fílmico nuevo. Después de hacer corajes con una pendejita mala leche que trabaja en uno de estos lugares, encontré todo lo que buscaba en otro Bb cercano. Ejem:
—Wall–E (23 de 50), American History X, The Incredible Hulk, Batman Begins, The Shawshank Redemption (24 de 50), Amadeus, Top Gun (25 de 50), Event Horizon (26 de 50), Tango & Cash (27 de 50), 2010: The year we make contact, I am Legend, Ratatouille, Rocknrolla, Batman: Motion Picture Anthology (28 y 29 de 50) y The Fast and The Furious Trilogy. Con esto oficialmente tengo pedos para controlar mis compras compulsivas.—
El sábado comimos con el buen Lenin y nos refinamos Wall–E de nuevo. Más videojuegos y terminó el día.
El domingo salimos a andar en bici en la tarde. Dimos el rol por la Nápoles y colonias aledañas. Una vez en el Parque Hundido, se nos ocurrió aplicar el McPicnic, así que fuimos por unas hamburguesas y comimos justo en medio de dicha área verde. El pana Lex me prestó el double feature Grindhouse Rodriguez/Tarantino y vimos Death Proof el Domingo y Planet Terror el lunes por la tarde. Veredicto: Me gustó más la segunda. Y aunque la primera se me hizo, por muchas razones (debatibles por supuesto) mucho mejor que digamos... Kill Bill 2, si son material para adquirir en Blu–ray próximamente.
Los dos primeros días de esta semana, Red también estuvo en cuarentena. Por ello disfruté de deliciosa alta cocina casera, martinis y música de Rigo Tovar. Durante las mañanas, ambos trabajábamos, emulando el ambiente de oficina. En las tardes, jugábamos un poco o veíamos más pelis. En las noches, series y más juegos.
EN TEORÍA, esta onda del virus ya se estabilizó. Sí, lo se, mágicamente el día que las autoridades de salud determinaron desde la semana pasada. Me alegra que ya no se muera la gente al ritmo que lo hizo durante las primeras semanas (ja ja, acabo de ver que pasamos de 29 a 42 muertos en cuestión de horas), pero también extrañaré estos días en los que disfruté de la siempre agradable compañía de Red, las posturas de descanso de Lumiere y la magia de no lidiar con el mundo para hacer mi trabajo.
2 comentarios:
Ja,ja. Que risa que cada que el sujeto en cuestión estornudaba, todos lo veíamos feo. Y el puente/contingencia fue divertido y relax mientras duró. Saludos
La verdad fue muy buena experiencia trabajar juntos en casa, extraño las visitas a medio día... Un beso
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