¡500!

Hace un año, por estas fechas, recibía mi paquete con el Transformer #300, pero todavía no llegaba a esa cantidad. Esa misma semana, publicaba un video con los 274 Transformers que conformaban mi colección. Hoy, un año más tarde, alcanzo el quinto centenar de figuras con otro Santo Grial para muchos. En la imagen vemos el Victory Saber Giftset Transformers: Victory (#500). Tras meses de indecisión y después de adoptar un ritmo más moderado en mis adquisiciones, finalmente hace un par de semanas, llegué a la conclusión de que esa era la figura que quería para festejar el hecho de alcanzar los quinientos robots transformables.

Hay muchas razones por las cuales seleccioné esta y no alguna otra. Primero, significa finalmente la aceptación de la profecía TF que en algún momento un coleccionista señaló. En algún momento, cuando yo apenas alcanzaba las 30 figuras, le comenté que sólo me interesaba adquirir aquellas figuras que tuve en mi infancia. Luego, esa meta incluyó ‘aquellas que no tuve, pero quise tener’. Más tarde también agregué ‘los autos transformables’ y finalmente hoy son ‘todas aquellas que me gusten’. Él indicó que yo le recordaba a él mismo cuando comenzó a coleccionar y sentenció: “va a llegar un momento en el que comenzarás a buscar las figuras raras, y luego te van a llamar la atención las que son completamente opuestas a lo que buscas, para finalmente coleccionar todas aquellas que jamás pensaste que te gustarían. Así le pasa a todos los coleccionistas que comienzan como tú”.

En ese entonces, me reí y pensé que eso no me iba a pasar. Yo tenía metas muy claras y a medida que fui alcanzándolas, me di cuenta que en automático, las metas se ampliaron, tanto en número de figuras a adquirir, como en dinero invertido. Y pasó justamente lo que él dijo. Hace 400 figuras, los personajes de la línea Victory me parecían de lo más absurdo que podía haber en Transformers. Cuando adquirí la versión Robot Masters de Victory Saber, comencé a entender porqué a los coleccionistas les gustaban estas ‘japonesadas’. ¡Claro que tenían su encanto! Pero uno muy difícil de asimilar para el ojo poco educado de un coleccionista en ascenso...

Hoy, con cientos de horas/hombre/máquina invertidas en mi colección, entiendo que la ‘profecía’ del coleccionista no tiene nada de mágico. Se trata simplemente de una evolución natural. Conforme uno cumple sus metas, el gusto por las figuras se modifica poco a poco. Los GeUnistas, por ejemplo, comienzan a adquirir repintados de las figuras que más les gustan. En mi caso, no hay mejor figura que represente mis próximas metas y el futuro de mi colección que Victory Saber. Es hora de buscar robots transformables en otras líneas, en otros lugares, de épocas más allá de las películas de Bay.

Y antes de que mi fanático de Bangladesh se pegue un tiro, aclaro: para nada voy a dejar de coleccionar Transformers, eso que quede bien claro. Todavía hay una centena de figuras que me interesa (antiguas, no tan antiguas y nuevas). Pero sí tengo un firme interés en ir más allá de los Megatrones y Optimus Primes que todo el mundo conoce. Victory Saber representa eso, mi interés por figuras que nunca pensé que me gustarían, por personajes que conozco poco. De líneas que en algún momento me parecieron vacías y sin chiste. Mi interés renovado por figuras sorprendentes.

También significa el punto a partir del cual iniciará el reboot de la colección con el nuevo criterio contable mencionado con anterioridad. Y mientras escribo y veo la enorme caja de Victory Saber, también veo otras seis cajas con nuevos miembros en espera de formar parte de esta increíble colección. No acostumbro el autoelogio, pero al mirar detrás de mi y ver lo que he logrado con mis Transformers en menos de dos años, no puedo más que sentirme orgulloso. Cada figura representó una búsqueda, un sacrificio, una carcajada, un enojo, una sorpresa, un anhelo, un sueño de la infancia cumplido, una victoria... Por ello el día de hoy, no hay mejor figura que englobe todo lo que mi colección representa -y todo lo que está por venir- que Victory Saber, ¡¡¡Mi Transformer #500!!!