7 de enero de 2009

Gran comienzo de año

Tal y como lo hacía el monolito en 2001: A Space Oddisey, este enorme paquete recibe estoico los rayos del sol (y la irreverente investigación de Lumiere). Tras un fin de año movido, lleno de sorpresas y visitas gratas, esto llegó por fin a mis manos. Tal vez en la imagen no lo aparente, pero este es el paquete más grande y pesado (6 kilos) que he recibido desde que comencé a coleccionar Transformers. El año empieza bien con este recibimiento, cuyo valor aumenta debido a la serie de eventos que lo rodearon. Si quieres conocer la historia pícale al brinco. Si no, pues sólo contempla la magnitud de la pieza...

–Todo comenzó durante los últimos días de Noviembre. Me aventuré a realizar una de esas compras en un lugar remoto, con credenciales dudosas, a un precio que no puedes ignorar. Como toda venta de este tipo, el riesgo era mucho, había pocas garantías si algo salía mal. Pero bueno, el que no arriesga, no gana, así que realicé la compra.

–La primera semana fue muy angustiante, ya que después de pagar, no recibí ningún tipo de confirmación de que se envió/enviaría mi paquete. Tras algunos emails al lugar (incluso uno último en tono amenazador), por fin recibí la confirmación del envío con un número para rastrear.

-Una semana más tarde, el envío había llegado al país. Al venir por la mensajería Express, bastarían un par de días para tenerlo entre mis garras. Obviamente, esto no fue así. Por ello, me comuniqué con el servicio postal para conocer el estado del paquete, recibiendo noticias contradictorias. Decidí esperar un poco más.

-Una semana más tarde, ya tenía alrededor de 6 teléfonos que los eficientes empleados del correo me habían proporcionado para intentar rastrear el paquete. Una veintena de llamadas después, la situación era la misma: el empaque no había modificado su estado en la consulta en línea y nadie sabía a ciencia cierta dónde estaba mi paquete.

-Una semana más tarde, llegó la peor época del año para intentar encontrar a un empleado del gobierno. Aún así, intenté rastrear mi paquete y buscar una respuesta satisfactoria. Para estas alturas, ya tenía 14 teléfonos diferentes y muy pocas esperanzas de encontrar lo que había comprado.

-Una semana más tarde (tres de retraso, si llevan la cuenta), ya me había comunicado con mi oficina postal local e incluso con el cartero que ha entregado algunos de mis paquetes para saber si había alguna novedad. Esto sin éxito, claro. En pocas ocasiones alguna persona contestaba mis llamadas y me daba alguna esperanza.

-Esta semana me comuniqué con el vendedor del producto para informarle de la situación y tratar de llegar a un acuerdo (el envío se aseguró, pero obviamente el pago vendría después de que se comprobara que el paquete se extravió, proceso que llega a tomar meses). Agoté los 14 teléfonos tratando de encontrar a alguien que me ayudara (¿el Chapulín Colorado?). Lo único que obtuve fueron frases como: “si trae algo chino, tu paquete seguro lo tienen los federales”, “igual y traía alguna sustancia ilegal y lo decomisaron”, “si está asegurado, mejor reclámalo ya”, “tu paquete sigue en el aeropuerto.... pero el aeropuerto es muy grande”, “tu paquete no se ha perdido, sólo que el sistema no sabe dónde está (sic)”.

-Ayer, mi tía recibió una notificación que clamaba urgentemente mi presencia en la oficina postal. El documento, con la leyenda ‘Segundo Aviso, Urgente!’ indicaba que mi paquete estaba ya en la oficina postal y que tenía que pagar una cantidad bastante choncha de dinero de impuestos. “¿Segundo aviso?”, “¿Impuestos?”, “¡Mi paquete!”. Esa fue la mejor noticia que recibí en el día.

-Hoy, con el documento en la mano, me trasladé hasta la lejana oficina postal correspondiente para reclamar (en todos los sentidos posibles) mi paquete. Para no hacer la historia larga más larga, resulta que la monita responsable de los registros donde se anotan los paquetes internacionales, nunca revisó el cuaderno donde se anotan las llegadas que causan impuestos en las 1000 + 1 ocasiones que se le pidió info. Pero peor todavía: nunca mandó el primer aviso “porque se le junto mucho el trabajo”. Por lo menos, tuvo la cortesía de responsabilizarse por un cargo de 50 pesos (como 3 dólares) por almacenamiento. El resto (como 80 de impuestos) los tuve que pagar para obtener mi paquete. No me importó.... de cualquier modo el contenido del paquete vale muchísimo más. Y con todo lo que pasé para conseguirlo, el valor se triplicó.

Para ser 100% honestos, ya abrí este paquete. La razón es muy simple: lo hice para checar la integridad de su contenido e informarle a la tienda donde lo compré que llegó sin problemas. Pero no formará parte oficial de mi colección hasta dentro de 41 días. O antes, si ocurre algo muy importante.

Los dejo con dos obsequios para meditar:

1.- La pregunta del día: ¿Cuántos Transformers hay aquí?

2.- La Máxima del día: el mundo es de los Valientes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Muchas felicidades! sé lo que te costó esperar, un beso.

Andres dijo...

Anoche te envie un comentario pero no se si te llego porque lo hice desde mi telefono.
Mi punto era pregutarte primero de que tienda viene el envio, por lo que dices pienso que es Robotkingdom o yahobby aunque me inclino más por la primera.
Seguidamente arriesgaria que solo hay una figura (llamada f******* m******) y en segunda chance diria que por lo menos hay mas de 15, entre ellos varios henkei y algun encore.

AENDREL dijo...

Nope, no llegó tocayo. Pero le respondo en éste:

1.- No es ninguna de las tiendas que comentó. De hecho es una tiendita poco conocida administrada por un sólo individuo.

2.- Sobre si se trata de f******* m******, me temo que no. Sobre la segunda le diré que se aleja por mucho de la cantidad que hay. En realidad son 3 figuras transformables. En general diría que sus suposiciones son un 50% acertadas.

Saludos!