En la foto, aparecen todos los integrantes de la sublínea Thrilling 30 que conseguí desde que inició el festejo por el 30 aniversario de los Transformers. Terminé el 2014, de manera un tanto inesperada, con 17 de los 30 disponibles. Bueno, en realidad, tengo 18 de los 32 disponibles, cortesía de ese imperdonable doble error en la numeración que será recordado por siempre.
¿Cómo les fue a ustedes con esto?
Creo que los Thrilling 30 son un buen reflejo de lo que sucede con el coleccionismo Transformer en este momento. Recuerdo cómo empezó todo de manera muy acelerada con el Metroplex SDCC, que sería el emblema con el cual daban inicio las festividades. Todo mundo muy emocionado, vuelto loco por conseguir la figurota. Después, a medida que se acercó el estreno de la línea de juguetes Age of Extinction, el ánimo se tornó en quejas, revueltas y enojo, para después reivindicarse con algunas figuras Masterpiece, uno que otro molde no tan infantil y los siempre bienvenidos Generations.
Después de 6 años (casi 7) en esto del plástico transformable, ya estoy bien familiarizado con los ciclos que uno tiene que aprender a sobrellevar para entender cómo se mueven las cosas en esto. Las figuras que en un inicio la gente odia, regresan unos años después para convertirse en objetos de deseo, ya sea por modas o por estar disponibles en empaques nuevos. Nunca faltan aquellos que se quejan por cualquier cosa, aunque por lo regular, no tienen ninguna de las figuras de las cuales se quejan. O todos esos que creen que sólo lo que ellos coleccionan es lo que vale la pena. Y claro, estamos quienes intentamos pasarla bien sólo coleccionando lo que nos gusta a pesar de todo. Siempre somos los mismos. Siempre es igual.
Como suele suceder, hay una parte buena en todo esto y esta radica en el hecho de que siempre, siempre, siempre, a pesar de las quejas, la molestia y el enojo, los Transformers van a ofrecer algo que terminará siendo de interés para alguien. Incluso de manera indirecta, aquellos devotos de las Terceras Compañías también recibirán figuras de su agrado, aunque éstas no tengan que ver con los procesos de Hasbro o Takara.
Y al final, todos contentos, supongo. En todo este tiempo que llevo de coleccionar, no he sido testigo de un solo momento que haya recibido el odio o el amor unánime de los fans. Ni uno. Me imagino que eso es justamente lo que le agrega variedad al asunto; el hecho de que siempre existirá 'algo' que tal vez muchos odien, pero que llamará nuestra atención. Algo que nos mantendrá a la expectativa. Algo que nos hará seguir en esto...
El caso es que, sin importar lo mal (o bien) que se vean las figuras próximas a estrenarse, las que estén en los estantes de las tiendas o aquellas que estén de moda entre los ávidos coleccionistas poseedores de la verdad absoluta, la realidad es que siempre existirá por lo menos una figura que nos emocione. Y mientras eso suceda, valdrá la pena continuar dedicándole tiempo y esfuerzo al plástico transformable.
Con esta imagen inicié el 2014 y terminé con una muy similar. ¿Esperaba que así fuera? La verdad, no. Mi año comenzó de una manera algo turbulenta y no esperaba que la Colección tomara la dirección actual. No esperaba las figuras de centena y millar que conseguí, o los lotes que adquirí al final. A pesar de los planes y objetivos, terminó otro año lleno de sorpresas y adquisiciones inesperadas.
El siguiente año, muy al estilo del 2009, pinta como uno muy difícil en todos los sentidos. Pero al igual que sucedió con los Thrilling 30, estoy seguro de que a pesar de las quejas y molestias, los robots transformables, de una u otra manera, traerán cosas buenas para todos.
Feliz 2015, chavos.
:)
31 de diciembre de 2014
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