Después de mil y un complicaciones, el día de ayer llegó la caja maldita. Mi última compra del año, realizada hace poco más de un mes, fue motivo de enojos, frustración y tensión. Pero al final, valió la pena. Llegó un punto en el que estuve a punto de cancelar el trato, pero ayer, cuando vi el contenido, todo valió la pena. Además, en su interior venían figuras que formarán parte de otra colección, así que, también cerré con una buena obra.
¡Por fin! Ya no más preocupaciones e incertidumbre. Se acabaron las esperas y los viajes a la oficina postal. Ahora, sólo resta abrir y disfrutar las figuras que tengo. Y todavía faltan bastantes por documentar, así que, mejor le sigo...
BTW, recuerden que todavía es Día de la Exnovia. Yo ya fui a comer con dos de ellas y agregué a otras dos en Facebook. Digo, hay que predicar con el ejemplo, ¿no?
30 de mayo de 2010
La última caja
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2 comentarios:
Eso quiere decir que...
Espero que sí, espero que sí!!!!!
Je je je. Así es, revise su email!
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