

El primer robot vintage de mi infancia que aparece en este conteo es obvio. Esta figura fue un gran regalo que tenía ganas de recuperar y lo logré el año pasado. Compararlo con robots de la época o figuras actuales no sería justo. Voltron es grandioso por ser Voltron y ya.



La tercera y última de las series Eldran completó mi colección de estos robots hechos por Tomy. A pesar de que el tamaño de los Saurers no es muy lógico, las fusiones y los modos alternos lo convierten en el Eldran con mayor número de posibilidades.

El Tocayo Argentino fue el culpable de mi búsqueda frenética por tener a este Combiner Gobot que al final, no decepcionó ni un pelico. Cada integrante del equipo es genial y tienen toda la onda retro. Tardé en conseguirlo, pero recibirlo dentro de la GoBox fue un inesperado valor agregado.

Cinco chicas, cinco animales que se transforman en armamento y a su vez, se fusionan para crear un letal robot femenino. Suena como algo que se le ocurriría sólo a los japoneses (y así fue). En papel suena bien y en la práctica el resultado es todavía más sorprendente.

Cualquier imagen que intente dimensionar el tamaño de este Megazord se queda corta. Todos sus elementos tienen calidad incuestionable y el ente que se obtiene al fusionarlos es extraordinario, en gran medida, gracias a las enormes alas que incorpora.

La fórmula ‘dinosaurios + robots’ siempre funciona. Pero cuando a la ecuación se le agrega ‘estilo’ el resultado es impresionante. Tanto el Zord original, como su repaint/remold ártico me gustan mucho, pero creo que soy más fan de cada uno de los pequeños robots que los forman. Los T–Rex son sublimes.

La sorpresa del año es también uno de los mejores robots que adquirí. Lo he separado y fusionado en varias ocasiones, pues su transformación y mecanismos siguen impresionándome. Vale cada centavo de dólar que pagué por él.

El robot policía y su moto policía robot están en mi top Sentai por la creatividad de sus transformaciones. Si tuviera espacio en las repisas, lo exhibiría montado en su vehículo. Desafortunadamente, su increíble volumen impide tal propósito.

Uno de los TF más difíciles de conseguir es también uno de los gadgets más retro que hay. El abuelito de los TF Real Gear es un deleite para los fanáticos G1 y aunque un tamaño más grande le hubiese añadido puntos, tenerlo ya es un gran logro y con eso basta.

Desde antes de tenerlo, sabía que Cyclonus sería uno de mis Decepticons favoritos. El diseño del jet cybertroniano es excelso y la transformación, aunque básica, tiene como resultado uno de los villanos robóticos más sorprendentes de la G1.

Cada vez entiendo más al sujeto de mi infancia que tenía esta figura y no se la prestaba a nadie. Menasor en uno de los mejores exponentes de los Combiners G1. La temática de automóviles termina de cerrar el trato. Además, ¡tiene una espada increíble!

Mi primer Devs G1 le gana a Menasor por el hecho de ser uno de los objetos de deseo durante mi niñez. Era uno de los regalos que todo el mundo quería tener y cuando por fin lo tuve, entendí el porqué. No es el mejor Combiner G1, pero siempre será el más popular.

¿Por qué no hay más robots transformables que involucren caballos? El año antepasado, Pegasus Saber llegó a la lista y este año, el diabólico Megazord Wolkaiser cabalga hasta la cima con una transformación ingeniosa y un robot que sin broncas podría salir en algún Final Fantasy.

La bestia/base Decepticon fue el TF más grande que apareció en la Gran Caja G1. No está completo, pero las partes que faltan no son críticas para su funcionamiento. Lo probé y camina, pero necesito unas baterías nuevas para saber qué tan rápido lo hace.

Antes que otras metas, mi propósito es tener TODAS las valkirias de Macross Frontier 1:60 hechas por Bandai. La cantidad de diecast es obscena, la transformación insuperable y todos los extras la convierten en la equivalencia Masterpiece dentro de Macross.

Hacer una figura a partir de un personaje de un Anime que nunca existió debe ser algo complicado. CM’s lo logró y creó uno de los Braves más espectaculares que existen. Transformarlo es una pesadilla, pero al final vale 100% la pena.

No se que drogas sintéticas tenían en el cuerpo los diseñadores de esta figura, pero estaré eternamente agradecido por ella. Los robots individuales tienen personalidad, el dragón es majestuoso, y la fusión final no deja de asombrarme.

No tengo todos los Gestalts G1 que existen (me faltan pocos). Pero me atrevería a decir que, tal vez sin contar al mítico Liokaiser, Predaking es el mejor de todos. Su tamaño, volumen y mala actitud lo convierten en una figura imponente.

El Convoy MP–04 Perfect Edition fue la tercera mejor figura que adquirí en 2008. Es uno de mis Primes favoritos. Es probable que si este año no hubiera estado tan competido, ocuparía un puesto similar. Sigo en la búsqueda de logos Decepticon para convertirlo en Nemesis Prime.

Mi primer intento por adquirir un Prime G1 contempló adquirir esta figura. Además de los elementos fieles a la primera edición, incluye varios coleccionables que la hacen una adquisición obligada para un Prime Collector. Muchos la consideran como la segunda versión más completa del heroico líder Autobot que existe, justo detrás de...

Cierto, este Optimus no tiene la famosa hacha de Energon que posee la figura anterior, pero para compensarlo, tiene una Matrix of Leadership, un mousepad, los dos rifles que ha portado Prime, vidrios entintados en azul, ojos fieles a la serie animada, stickers adicionales y una versión del Action Master Optimus Prime. ¿Querían algo más?

De los tres Eldrans, Ganbaruger es el que probablemente luce mejor en su modo robot. También es el que tiene la transformación más inusual. Y de paso es el más grande de todos. Tanto, que rivaliza con los TF más grandes que se han hecho. Su lugar en la lista es merecido por donde se le quiera ver.

Esta figura sobrevivió un incendio. Tal valentía la hace una ganadora. Pero además, es un Triplechanger que, en una realidad alterna, pudo haber sido el siguiente gran villano G1. Sus tres modos son geniales y la transformación es el claro eslabón perdido entre el Universo Transformer y el de Brave.

La edición regular de esta figura tiene un excelente molde. El problema son los colores y los materiales. La edición limitada que tengo convierte el multicolor en negro, gris y dorado y agrega die cast. Mucho die cast. El resultado es un héroe que parece villano, tiene varias fusiones posibles y transformarlo es toda una experiencia.

12 robots/vehículos/animales con voces y sonidos se fusionan para crear un... ser antropomorfo (casi) que rivaliza en tamaño con el TF más grande que se ha hecho. Es tan rara, que impresiona. Además, es un gran juguete, con excelente calidad y transformaciones alternas.

Pienso en todos los líderes Decepticon que han existido y en las figuras que se han hecho de ellos. Mantengo mi postura hasta el momento: Overlord G1 es el mejor líder Decepticon de todos los tiempos. Dos vehículos independientes con sus respectivos Powermasters. Una fusión que crea una de las fortalezas más letales del Universo TF y finalmente, un desquiciado robot con armamento suficiente para hacer llorar a Optimus Prime. Mi Overlord tiene algunas marcas de combate, pero está más que completo —literal— y es uno de mis TF G1 favoritos.

Este personaje es el responsable directo de que comenzara a coleccionar Sentai/Power Rangers. Cuando lo vi por primera vez, ignoraba de qué línea era, pero sabía que quería tenerlo. Cada uno de sus integrantes es un ejemplo de perfección en el diseño. Son juguetes, sí, pero la calidad que tienen igual permite divertirte con ellos que exhibirlos en una colección. Las fusiones intermedias son espectaculares, pero el resultado final es un templo japonés dedicado a la creatividad. Samuraihaoh es mi Sentai predilecto, el mejor que adquirí el año pasado y también es uno de mis robots transformables favoritos de todos los tiempos.

El primer robot transformable que tuve fue el más difícil de conseguir. Al final, tras casi dos años de buscarlo, lo encontré a un precio inmejorable. Lo más curioso es que tiempo después de hacerlo, comencé a ver ventas de la figura por doquier. Sin pedirlo, otro Kronoform llegó a mis manos. Me queda claro que el valor sentimental supera al diseño y funcionalidad del robot, pero el hecho de ser el primero lo convierte en una de las piezas más importantes de mi colección. Todo lo anterior, resumido en una línea: sin él, no existiría la colección.

Brave Max es el preámbulo a la magnitud de Fort Max. Suena tan ilógico al tratarse de la misma figura, pero es cierto. Hay algo en la figura original que simplemente la reedición no puede igualar. Es increíble como un par de accesorios, un personaje extra y colores diferentes pueden crear una experiencia tan sublime como ésta. Su tamaño es su tarjeta de presentación, pero hay tantas cosas alrededor que elevan su importancia, que considerarlo sólo por ser el Transformer más grande que se ha hecho, es injusto. Fortress Maximus es la materialización de las fantasías de miles de niños que vivieron en la década de 1980. Es la lucha por conseguir uno en el mejor estado posible. Es la perfecta definición de Santo Grial. Es, sin duda, el Transformer más anhelado por el mayor número de personas. Todo eso en una figura que mide 55 centimetros de altura. Es una ciudad, una estación de batalla, cuatro robots, una docena de cañones y un sueño hecho realidad. Es Fortress Maximus, mi mejor adquisición del 2010.