16 de abril de 2014

El ocaso de Mercería del Refugio

Unos días antes de las más recientes elecciones presidenciales en mi país (para mis amigos de otros lugares, esto fue en julio del 2012), andaba yo por la zona de Polanco a punto de recoger a este fulano. El caso es que, después de encontrarme con el vendedor y de cerrar el trato, visité la juguetería Mercería del Refugio que está justo en la esquina de Arquímides y Horacio. La sorpresa fue que descubrí que ahí vendían RoboRods, los robots/vehículos transformables de Maisto que había descubierto hace apenas unas semanas antes.

Y lo olvidé por completo.

Me imagino que el hecho de ver que en Mercería del Refugio ya sólo venden juguetes y juegos de mesa de marcas completamente desconocidas, dejó un impacto mucho mayor en mi memoria que la sorpresa de ver a los RoboRods por ahí. Y eso fue hace casi dos años.

Hace como un mes, anduve de nuevo por esa zona y regresé al lugar. Y el panorama era más desolador que en el 2012. Si en aquel entonces había 10 tipos de robots de marcas chinas desconocidas, ahora había 3. Si, por ahí rondan unos Galaxy Defender hechos por Happy Well, hechos a partir de moldes Brave, pero el resto son de ese tipo de juguetes que ganarías jugando a las canicas en una feria. Si no entienden de lo que hablo, están muy chavos.

Los robots, con más capas de polvo que aquellos en mis repisas, oscilaban entre los 100 y 300 pesos. Nada digno de comprar. Supongo que algunas de esas figuras serían curiosidades que podría añadir a las filas de la Colección. Pero el ambiente en el lugar era tan deprimente, que no me animé ni siquiera a tomarlas para ver los detalles en las cajas.

Y sí, ahí seguían algunos RoboRods. De los 4 que me hacían falta, sólo puede encontrar los dos que aparecen en la primera foto: Chevy '56 Belair y Cadillac '63 Coupe Deville (#2,056 y #2,057), ambos variantes de dos moldes que ya tenía. Cada uno costó 99 pesos, 19 pesos más caros de lo que costaban aquella vez que los vi en 2012 (y que no compré porque no llevaba efectivo) y el triple de lo que me costó cada uno de los 8 primeros RoboRods que adquirí en un inicio.

Recuerdo cuando podías entrar a Mercería del Refugio y encontrar el juguete de moda sin problema. Vamos, hacia finales de los 80, solía frecuentar la sucursal de San Jerónimo y ver anaqueles repletos de Transformers G1. A principios de la década pasada, visité otra sucursal que estaba cerca de Zapata y Tlalpan, a algunas cuadras de donde vivía. Y tenían algunos Beast Wars y RID. No los compré porque en esos tiempos no era coleccionista de Transformers. Ja.

Poco a poco, en los últimos 10 años, fui testigo de cómo esas sucursales y otras más, cerraron para darle paso a cualquier otra cosa que nada tiene que ver con juguetes.

Spiral Mini-con Cybertron (#2,058) fue un hallazgo de tianguis de sábado por la tarde hace varias semanas. Originalmente, Spiral viene en un paquete triple de Mini-cons repintados de Armada para Cybertron, pero sólo encontré a este miembro del equipo.

Lo incluí en esta entrada porque lo compré durante el mismo fin de semana que los RoboRods. Y porque, casualmente, me costó lo mismo que los primeros RoboRods.

30 pesitos en un tianguis

Cuando le pregunté a los empleados de Mercería del Refugio qué otra sucursal todavía operaba (con la esperanza de encontrar ahí los RoboRods faltantes), uno de ellos respondió: "Ninguna, esta es la última que queda".

Es curioso, pues el sitio oficial de la juguetería indica que todavía hay varias sucursales. Pero ya sea que hayan dicho eso en el peor sentido servicial de la historia o porque realmente ya no hay más, lo que alguna vez fue una gran juguetería, hoy es un polvoso y triste refugio de juguetes chinos desconocidos.

Me dispongo a disfrutar de unos merecidos días de vacaciones. Si me topo con algo digno de documentar durante mis días de descanso, lo haré en la página de Facebook.

Peace Out.

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