30 de junio de 2010

Dino Thunder

Dino Thunder no sólo fue una de las líneas PR más populares —la combinación dinosaurios/robots es infalible—, también es poseedora de probablemente los mejores mechas jurásicos en la historia Sentai (y de los robots transformables, en una de esas). Atrás, del lado izquierdo están los Thunder Dinozords: Tyrannozord, Tricerazord y Pterazord (#1,046 a #1,048), que al combinarse crean al Thundersaurus Megazord. Del lado derecho, tenemos a uno de los mejores ejemplos de cómo Bandai maneja sus repaints/remolds. Los Blizzardzords: Carnotaurzord, Chasmozord y BlizzardPterazord (#1,049 a #1,051), que forman al Blizzard Megazord. Finalmente al frente, están el Dragozord, Stegozord y Dimetrozord (#1,052 a #1,054), quienes forman al Dino Stegazord.

El gimmick de la línea era el limb swapping funcional. Además de intercambiar varios de los dinosaurios para crear combinaciones corporales diferentes, los mechas principales de cada robot incorporan un mecanismo de movimiento que funciona con baterías, el cual activa el armamento en unos y hace caminar a otros.

Tanto el Thundersaurus Megazord como el Blizzard Megazord, se fusionan con el Dino Stegazord para formar al deforme Valkasaurus Megazord, una lagartija robótica con movimientos letales.

Por el diseño de sus personajes y las opciones que presenta, Dino Thunder es otra de mis líneas favoritas de esta extensión de mi colección.

Con este post termino (al fin) el bloque de las adquisiciones Sentai/PR. A partir de mañana, la recta final de las adquisiciones con las cuales cerraré el año.
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Jungle Fury

Los únicos integrantes que tengo de una de las más recientes líneas Sentai/PR que estuvieron disponibles en las tiendas de mi país, aparecen aquí (de hecho, todavía es posible adquirir varias de ellas a precios de locura). En Jungle Fury se regresó a los Zords animales y la figura principal, mantiene el mínimo de integrantes y colores: Red Tiger, Yellow Cheetah y Blue Jaguar (#1,043 a #1,045). Los tres gatitos forman al Jungle Pride Megazord, robot que con un par de baterías, es capaz de realizar dos ataques giratorios más letales que el Shinku Tatsumaki Sempuu Kyaku.
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29 de junio de 2010

Boukenger

GouGou Sentai Boukenger es otra línea con un excelente robot protagónico lleno de opciones. Del lado izquierdo tenemos el set especial Super DaiBouken DX. En un inicio, el equipo de Rangers utiliza cinco vehículos base para formar a DaiBouken (#1,041). Conforme transcurre la serie, aparecen cuatro vehículos más que sirven como extensiones que brindan más posibilidades a las formaciones. Cada miembro de este cuarteto se vendía de manera individual en Japón, pero este set los junta con los cinco iniciales. La formación completa de los 9 vehículos se conoce como Super DaiBouken.

Del lado derecho está el décimo vehículo, llamado GouGou Jet. Cuando éste se combina con los últimos cuatro vehículos, forman a un segundo robot, llamado DaiTanken (#1,042). Finalmente, la combinación de los dos robots gigantes (o los 10 vehículos, para el caso) da como resultado al rudo rudísimo Ultimate DaiBouken.

La versión norteamericana de Boukenger, llamada Operation Overdrive, es uno de los ejemplos más representativos cuando se desean mostrar las diferencias entre las versiones niponas y norteamericanas de las figuras. Bandai América hizo una versión más grande de DaiBouken, pero con materiales de mucha menor calidad y con muy poco detalle, en comparación a la versión más reducida, pero de excelente calidad hecha por Bandai Japan.

Y sí, para los que lo pensaron: DaiBouken es en esencia, la misma idea que Devastator, pero 20 años después. Podría darle al G1 un buen round y hacer pedazos al ROTF.
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Mystic Force / Magiranger

Otra serie Sentai que pienso completar es la de Magiranger (conocida como Mystic Force en América). El Megazord principal tiene que ser uno de los mejores que Bandai ha hecho y sin duda está entre mis favoritos. Además, el resto de robots de la serie están llenos de creatividad y de transformaciones interesantes. Del lado derecho al frente, tenemos a los Mystic Zords: Phoenix, Garuda, Mermaid, Sprite y Minotaur (#1,031 a #1,035). Algo inusual en la serie es que los protagonistas se transforman en los robots, en vez de pilotarlos, como regularmente sucede. Cuatro de ellos se combinan para formar al Mystic Dragon y cuando los cinco se fusionan, forman al poderoso Titan Megazord.

El mecha de soporte es el tren de la izquierda: Solar Streak Megazord (#1,036). Soy fan de los trenes transformables y este amigo no decepciona, a pesar de su transformación básica.

En la parte trasera a la izquierda está el combo del unicornio mecánico Brightstar y el Mystic Gold Phoenix Zord (#1,037 y #1,038). Ambos forman al Steedergon Megazord.

Finalmente, atrás a la derecha, está un set exclusivo de la línea Magiranger japonesa, formado por Wolzard, el jinete oscuro y Valkyon, su terrorífico corcel (#1,039 y #1.040). Este dúo forma a uno de los robots más diabólicos de toda mi colección: Wolkaiser.

Una característica de ésta línea es la interacción que hay entre ellos. Las partes que forman el pecho de todos los Megazords son intercambiables, muy al estilo de los Breastmasters TF, lo cual permite algunas variantes muy interesantes. Sólo me falta una figura para completar esta línea y pienso hacerlo en cuanto tenga oportunidad.
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28 de junio de 2010

Dekaranger / S.P.D.

La serie Sentai correspondiente al 2004 dio origen a un robot único dentro del Universo Sentai (se que siempre suena a que digo lo mismo, pero en verdad, estas figuras se reinventan con cada serie). El escuadrón S.P.D. —nombre que recibió la serie cuando llegó a América— utiliza cinco vehículos que van desde una patrulla armada con brazos mecánicos, hasta un jet VTOL. Cuando llega la hora de los madrazos, los cinco vehículos forman a Dekaranger Robo, el brazo cibernético de la ley (#1,028). En su caja original, vemos a la versión nipona de la figura, que incorpora luces y sonidos electrónicos.

Además de sus armas de policía (que incluyen unas esposas gigantes y una pistola onda RoboCop), el arsenal Dekaranger cuenta con un vehículo gigante para el robot. Se trata de la DekaBike, una motocicleta que le da al buen Robo un par de ruedas para las persecuciones en las carreteras del futuro. Pero además, ¡DekaBike también se transforma! Cuando Dekaranger necesita a su pareja, la moto se convierte en... ¡DekaBike Robo, el policía antimotines! En la parte de adelante está la figura DX del personaje en su versión norteamericana S.P.D —llamada Omega Max Megazord (#1,029)—.

Por si esto fuera poco, ambos robots se fusionan, para dar lugar a una versión enorme y equipada conocida como ¡Super Dekaranger Robo!

Al frente y a la derecha, tenemos al segundo grupo de vehículos conducidos por los Rangers. Ahora, se trata de un escuadrón de naves espaciales llamado los S.W.A.T. Flyers. La combinación de los cinco crea al poderoso S.W.A.T. Megazord (#1,030), el cual permite Limb Swapping con el DekaRanger Robo. Tantas opciones, tanta felicidad...
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Ninja Storm / Hurricaneger

Otra de las líneas que también pretendo completar es Ninja Storm. Además de la fusión entre varios de sus Zords y Megazords, contaba con la novedad de las Karakuri Balls, esferas que contenían armas y componentes para formar nuevos Zords y Megazords. En la imagen vemos al Samurai Star Chopper (#1,026), el cual se transforma en el fantástico Samurai Star Megazord. Ahora bien, las tres esferas Karakuri incluidas con la figura anterior, contienen los componentes necesarios para formar al Ninja Firebird Zord (#1,027). Las opciones individuales que presenta esta dupla son limitadas, pero cuando en la ecuación entran otras figuras de la línea, las cosas se ponen MUY interesantes...
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27 de junio de 2010

Wild Force

La línea Wild Force fue una de las más agradables sorpresas en la transición del Universo Sentai al PR. La serie original, llamada Gaoranger, presentó Zords animales con la capacidad de formar a varios Megazords poderosos. Lo sorprendente fue que, contrario a lo que se esperaba, las figuras que originalmente recibieron la denominación Chogokin —que indica su alto contenido de Die Cast— llegaron a nuestro continente sin cambios en sus materiales. Esto significó que salvo unos pequeños detalles de pintura en algunas de las figuras, las versiones japonesas y americanas eran prácticamente las mismas.

Intentar explicar los grupos en los cuales se divide toda la estampida sería complicado. Por ello, sólo mencionaré cada quinteto de Wild Zords y el robot final que forman.

-Red Lion, Yellow Eagle, Blue Shark, White Tiger y Black Bison forman al Wild Force Megazord (#1,006 a #1,010)

-Green Gorilla, Black Bear, Polar Bear, Yellow Eagle (Konga Variant) y Black Bison (Konga Motorized Variant) forman al Kongazord (#1,011 a #1,015).

-Black Lion, Cobalt Condor, Brass Sawshark, Bronze Buffalo y Copper Jaguar forman al Animus Megazord (#1,016 a #1,020).

-Ruby Falcon, Orange Giraffe, Jade Deer, Lavender Armadillo y Aqua Rhino forman al Isis Megazord, uno de los robots Sentai más impresionantes que existen formado por los robots más inusuales que tengo. (#1,021 a #1,025)

Esta es una de la líneas Sentai/PR que pretendo completar algún día (sólo me falta un Megazord y un par de figuras individuales). Además de la excelente calidad de cada uno de los Zords, la línea se caracterizó por el Limb Swapping, es decir, el intercambio de figuras entre grupos para formar una gran cantidad de combinaciones (muy al estilo de los Combiners TF de Scramble City). Los resultados son asombrosos.
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26 de junio de 2010

Zeo

Después del festejo por la figura #1,000 y las metas cumplidas, seguimos con las adquisiciones Sentai/PR. Uno de los Megazords más cool que existen está formado por los Zords más inusuales dentro de ese Universo. Los Super Zeozords fueron los mechas más poderosos a los cuales los Rangers tuvieron acceso durante Zeo, la cuarta temporada de los Power Rangers en América y la primera en la cual se adoptó el formato de continuidad anual. Los nombres no son muy creativos —1, 2, 3, 4 y 5 (#1,001 a #1,005)—, pero el Super Zeo Megazord en realidad lo es.
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25 de junio de 2010

¡1,000!: Misión Cumplida: Welcome Back!

Para cerrar esta semana de festejo, les presento una imagen que requirió de 1,000 figuras para poder lograrse. Se trata de todos y cada uno de los robots transformables que tuve en mi niñez. Desde el primero hasta el último. En un par de casos, se trata de una variante del molde (como el caso de Optimus Prime) o un tamaño diferente (como el caso de Ciclotron). Pero la idea se mantiene y por ello, la considero una misión cumplida más. En caso de que no los identifiquen, anexo la lista en el orden de su adquisición ochentera original:

1.- Kronoform Robot Time Machine
2.- Optimus Prime G1
3.- Ironhide G1
4.- Sideswipe G1
5.- Cliffjumper G1
6.- Voltron
7.- Grimlock G1
8.- Topspin G1
9.- Blitzwing G1
10.- Ciclotron
11.- Argus
12.- Shut-L
13.- Mob-L
14.- Androsyx
15.- C-Bees
16.- Metroplex G1
17.- Waverider G1
18.- Skullgrin G1
19.- Doubledealer G1

En un inicio, esta meta iba a ser sólo para los Transformers que tuve cuando era pequeño, pero gracias a la adquisición de los GoBots, Voltron, los Tribots y el Robot Time Machine, se cumplió una meta adicional. Mi infancia robótica en una foto. Wow.
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24 de junio de 2010

¡1,000!: Four Digits Club

Además de la importancia inherente a la adquisición #1,000, también está el hecho de que ahora, pertenezco a un selecto grupo de coleccionistas que, como logro, se puede anotar alcanzar una cifra de figuras con cuatro dígitos. Habrán notado que desde el pasado lunes, el banner del blog cambió. La foto con la imagen original es la que ven aquí, en donde muestro al grupo de las figuras de centena. Además de hacer un breve recuento de estas figuras, explicaré un poco más a fondo mi reciente entrada al FDC, el Four Digits Club...

Hay personas que han llegado a la zona de los cuatro dígitos sólo con Transformers (incluyendo, la gran mayoría de las veces, figuras que no se transforman u otro tipo de objetos coleccionables de la marca). Hay quienes alcanzan esta cifra contabilizando figuras repetidas, triplicadas o incluso KO. En mi caso, mantengo claro el axioma: sólo coleccionaré robots transformables originales. Y así fue como llegué a este número.

Lo dije antes y lo sostengo: lo importante no es la cantidad, lo verdaderamente importante es la diversión que obtienes de las figuras que tengas. Claro está que la diversión aumenta de manera proporcional a la cantidad de figuras que tengas. Eso es obvio.

Y claro, así como pienso que existen colecciones de más de 1,000 figuras que no necesariamente son mejores que otras que no llegan a esa cantidad, también pienso que colecciones exclusivas de alguna continuidad (aunque esta sea G1) no necesariamente son mejores que una que incluye figuras de muchas líneas.

Creo que, como en la mayoría de las áreas, entre más elementos tengas para comparar, más amplia será la visión que tengas de un hecho específico. Cuando escucho que alguien critica una figura de Cybertron, por ejemplo, y no tiene en su haber alguna (sea por decisión propia o no) y vanagloria la grandeza de las G1, el poder de su descalificación está ligado directamente a su ignorancia de la línea cuestionada y esto invalida, para mí, su opinión.

Sucede lo mismo cuando las nuevas generaciones, las que tuvieron poco o nulo contacto con la G1 defienden con más corazón que cerebro las figuras Universe o de la Película, argumentando que 'las de antes' eran ladrillos sin articulaciones y transformaciones simples. De nuevo, para juzgar, además de conocer, hay que saber.

Y como en todo, la profundidad en la opinión de alguien que sólo ve imágenes y videos de una figura en Internet nunca se comparará con alguien que tiene esa figura y conoce equivalentes de otras líneas. De nuevo, la eterna diferencia entre saber y conocer.

Con esto en mente, el hecho de entrar al FDC también es un excelente nivel para medir el grado de conocimiento que un coleccionista pudiera tener de una línea en particular. Además claro, de ser una prueba cuantitativa de su grado de enfermedad, obsesión y problemas no resueltos de la infancia (como en mi caso).

No soy un Completionist, tampoco un Geunista y mucho menos un Bayista. Por ello, con toda honestidad, nunca creí llegar a las 1,000 figuras. Todavía más, aún pienso que hubiera sido bastante difícil alcanzar tal cantidad coleccionando sólo Transformers transformables no repetidos. Al comprar sólo las figuras que me gustan (e ignorar categóricamente las que no despiertan algún tipo de interés en mi), alcanzar tal cantidad se debió en gran medida al interés que surgió en mi por otras líneas de robots transformables.

Por ello, además de lo obvio que se necesita para ser un coleccionista (tiempo, dinero y esfuerzo, como en cualquier afición), para formar parte del FDC es necesario un grado de enfermedades mentales superior al promedio. Se necesita eso y una foto como la cual les muestro.

Unas semanas antes de llegar a las 1,000 figuras, recibí un email de un representante del Four Digits Club. Me comentó que desde hace tiempo siguen mis reseñas y el progreso de mi colección en el blog. Para formar oficialmente parte del selecto grupo (y recibir los nada despreciables beneficios), es necesaria una serie de pruebas para demostrar que en realidad soy el dueño de las figuras que muestro como mías. Ya había cumplido la mayoría de ellas y sólo me falta un par. La penúltima es justamente la imagen que ahora formará parte permanente del rostro del blog.

Ahora, un repaso a las importantes figuras de centena. Varias de ellas son desconocidas para algunos. Otras forman parte vital de muchas colecciones. Pero todas son, de una u otra manera, Griales en su Universo. Con orgullo les muestro a los comandantes de mi ejército:

#100: Convoy/Optimus Prime Masterpiece Mp-04 Perfect Edition
Fecha de incorporación a la colección: 23 de junio de 2008
Rareza: *
Precio: **
Dificultad para conseguirla: *

#200: Optimus Prime Universe RID Exclusive Edition
Fecha de incorporación a la colección: 22 de septiembre de 2008
Rareza: ** 1/2
Precio: 1/2
Dificultad para conseguirla: **

#300: Toys "R" Us Japan Exclusive Car Robots God Fire Convoy Clear Giftset with Super God Sword
Fecha de incorporación a la colección: 21 de octubre de 2008
Rareza: *****
Precio: ***1/2
Dificultad para conseguirla: ****1/2

#400: Optimus Prime Universe G1 Series 25th Anniversary Collector Edition
Fecha de incorporación a la colección: 3 de febrero de 2009
Rareza: 1/2
Precio: 1/2
Dificultad para conseguirla: *1/2

#500: Victory Saber Giftset Transformers: Victory
Fecha de incorporación a la colección: 5 de octubre de 2009
Rareza: ****1/2
Precio: *****
Dificultad para conseguirla: ***

#600: Great Exkizer Brave Fighter Masterpiece Brave Series MP–BX01 Toys "R" Us Exclusve Edition
Fecha de incorporación a la colección: 19 de octubre de 2009
Rareza: ****
Precio: **
Dificultad para conseguirla: ***1/2

#700: CM's Sunrise Yuusha DX Gattai Great Baan Gaan Limited Edition
Fecha de incorporación a la colección: 17 de abril de 2010
Rareza: ***1/2
Precio: ***
Dificultad para conseguirla: ***1/2

#800: Samurai Sentai Shinkenger Samuraihaoh Full Set
Fecha de incorporación a la colección: 17 de mayo de 2010
Rareza: **
Precio: **1/2
Dificultad para conseguirla: **

#900: Engine Sentai Go-onger G12 Formation DX Full Set
Fecha de incorporación a la colección: 31 de mayo de 2010
Rareza: **1/2
Precio: **
Dificultad para conseguirla: **

#1,000: Kronoform Robot Time Machine
Fecha de incorporación a la colección: 21 de junio de 2010
Rareza: *****
Precio: 1/2
Dificultad para conseguirla: *****

Mañana, el último post dedicado a la figura #1,000 y al festejo por completar otra meta.

*La escala va de 0 a 5 estrellas. 1/2 equivale a media estrella. Las medidas tienen como base mi propia experiencia al buscarlas, su costo actual y la dificultad que tuve para conseguirlas.
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23 de junio de 2010

¡1,000!: Mucho más que un reloj...

Como ya había comentado, en algún momento antes de llegar a la primera centena, pensé en adquirir esta figura. No tuve suerte. Sin temor a equivocarme, esta ha sido la figura de mi colección que mayor trabajo me ha costado conseguir —después de todo, me tomó 999 figuras lograrlo—. Comparto con Ustedes una mirada a detalle del Takara Kronoform Robot Time Machine...

Una de tantas diferencias entre los modelos Kronoform originales y los KO que abundaron hace dos décadas y media. La marca del fabricante aparece incluso en la correa, en la parte del sujetador del módulo transformable. En la parte superior, se alcanza a ver que las figuras se hacían en Taiwan.

Algo que recuerdo es que el plástico de la correa del Robot Time Machine original era opaco y un tanto más flexible que el de los KO, el cual era más brilloso y rígido.

El sujetador porta dos botones con resorte a los lados que al ser presionados, permiten retirar el módulo transformable. La mayoría de los sujetadores KO que vi en mi infancia carecían de los relieves que vemos aquí. Por lo regular eran lisos y tenían el sello de fabricación (China, por supuesto).

El robot se ve pequeño ahora, pero en la mano de un niño de 6 años se veía bastante abultado y estorboso. El plástico utilizado es un caso curioso. No es nada como el PVC o ABS utilizado en las figuras G1. Eso no significa que la figura fuera de mala calidad. De hecho, soportaban el maltrato con más resistencia que los KO. Sobre todo en los pins que servían para sacar los puños.

En la parte trasera vemos la Date Stamp: Takara, 1983. El paso del tiempo no perdona y algunos de los tornillos muestran signos de oxidación. Los cambiaré tan pronto como sea posible, aunque el daño sea sólo superficial. Abrí el reloj para colocar la batería que reinició la chispa de este robot y en el interior todo estaba perfecto.

Otra gran diferencia es el rostro característico. Rasgos humanoides y 'gafas' retocadas con un color plata. Las versiones KO mantenían, por lo regular, sólo el color del plástico. Todavía me pregunto ¿cómo era posible que pensara que mi reloj era copia si claramente era de mejor calidad que el resto? El mundo de los niños es tan gracioso a veces...

Aunque ya tengo un reloj —un regalo de Red, que cabe señalar, es uno de los mejores relojes que he tenido—, me gustaría utilizar el Kronoform. ¿Cargar a diario la figura coleccionable que más trabajo me ha costado conseguir? No suena como una buena idea. Por fortuna, creo que ya tengo la solución:
En una de mis tantas búsquedas en las cuales intentaba localizar a la primer figura transformable que tuve, me topé con una de los más fieles 'homenajes' que logré ubicar de ella. Una versión KO que a simple vista pudiera parecer la misma figura. Vamos con los detalles...

Alkot Industries es la empresa responsable de la fabricación de este producto. Por ningún lado pude encontrar alguna fecha que indique su antigüedad. Por el color del blister y el desgaste de cartón parece que, mínimo, es de la década de 1990. Sí dice el país de origen: Taiwan.

El marco del LCD de la versión original Takara portaba el nombre del fabricante y las palabras 'Watch Robo'. Las versiones que Takara lanzó en América cambiaron estas últimas palabras por 'Kronoform'. Para la G2, el Takara se cambió por 'Transformers' y el Kronoform por 'Generation 2'. Las palabras en las versiones KO eran tantas que entre las cuales recuerdo estaban: Quartz, Quarz, Micron, Robo Change, Watch Robot y la más prudente versión 'Sin Comentarios'. En el caso de esta que conseguí vemos 'Robotch Watch'.

De lejos, es casi casi el mismo reloj. Ya más cerca se notan diferencias físicas muy claras...

La correa tiene un diseño diferente. El KO tiene muchos más orificios que el Kronoform. Además, parece más delgada que el diseño original.

El blister presenta daños, pero la figura si bien no es MISC, podría considerarse MIC. El módulo del robot en apariencia es igual, a excepción del marco del LCD con las leyendas y el tamaño de los botones (están más salidos en el KO, pero son más grandes en el Kronoform).

No tengo idea si el KO funcionará si le cambio la batería, pero en caso de hacerlo, será un gran sustituto para mantener el original en la seguridad de mi bóveda y no quedarme con las ganas de utilizar el reloj (o un equivalente al menos). Por las reglas que utilizo para contabilizar mis figuras, el Robotch no formará parte del conteo oficial.

Aquí una foto con el Kronoform Robot Time Machine y mi reloj actual, un TokyoFlash Nekura Scramble. De todos los relojes que he utilizado —pasando por un Casio G–Shock, un Casio con 50 bloques de moemoria para guardar teléfonos y muchos, pero muchos Swatch— creo que los dos que aparecen en la imagen son los mejores que he tenido. Me gustan mucho y ambos son muy especiales para mi.
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22 de junio de 2010

Idea Suelta: Amo mi nuevo trabajo...

Aunque todavía no tomo posesión oficial de mi nuevo puesto, ya me siento como en casa. Hoy inició el curso de inducción y a pesar de que todavía tengo algunas dudas respecto al flujo de trabajo y al plan laboral de entretenimiento, el kit de preparación propedéutica me ayudará a entender a la perfección mis responsabilidades como Ejecutivo de Supervisión Sr. en una compañía extractora de pulpa de frutas de temporada para mermeladas y jarabes de venta en tiendas de autoservicio y departamentales en la República Mexicana. Es en un área diferente dentro de la misma empresa, pero es un cambio completo de actividades y la materia prima será todo un reto. Ya tengo un par de tareas para mañana y ambas suenan bastante bien...

Lock and Loaded!!!
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¡1,000!: The Robot Time Machine that can Transform

Cuando Takara lanzó en Japón las líneas de Diaclone (robots que se transformaban en vehículos y dinosaurios) y Microman/Micro Change (robots que se transformaban en objetos de uso cotidiano, como cassetes y grabadoras) a principios de la década de 1980, tuvieron un éxito mediano. Antes de que Hasbro comprara la licencia de los moldes para comercializarlos bajo la marca Transformers en América, Takara hizo un intento por comercializar algunos de los Micro Change en Estados Unidos. Tal fue el caso de la figura que nos ocupa el día de hoy...

El nombre original de la figura dentro de la línea japonesa fue MC–06 Watch Robo (Micro Change #6, pues era la sexta subdivisión en la línea). El concepto era el mismo que las figuras Micro Change, pero con una clara ventaja sobre el resto de sus primeros compañeros: el gadget en el cual se transformaba era funcional. Los primeros modelos eran los que ahora conocemos como los Cassetticons, los Minicars y Reflector. Pero el Watch Robo introdujo la idea de un reloj que en verdad funcionaba (ahora, hasta los bolígrafos tienen un reloj, pero para le época era algo muy novedoso).

El Watch Robo tenía un costo muy similar a su hermano Micro Change Gun Robo, predecesor de Megatron G1. En 1983, Hasbro ya había adquirido los derechos para utilizar la mayoría de los moldes Diaclone y Micro Change en Estados Unidos. Takara intentó entonces extender el alcance de sus figuras e intentó comercializar por su cuenta los moldes que no le interesaron a Hasbro y así, el MC-06 llegó a nuestro continente. Es probable que la compañía haya elegido la sublínea Watch Robo de entre las opciones disponibles probablemente por ser la más llamativa y con mayores probabilidades de tener éxito en el mercado norteamericano. Así, nació la línea norteamericana llamada Kronoform.

El éxito, aunque no de proporciones Geunescas, sí fue considerable. Por ello, Takara se apresuró a crear diseños que incluso, en algunos casos, aparecieron primero en Estados Unidos antes que en Japón. Como sabemos, los días de la línea estaban contados, pues en 1984, los Transformers serían lanzados al mercado y la historia comenzaría a escribirse a partir de ahí.

El impacto G1 pronto opacó a los Kronoform. Además, la piratería provocó que versiones mucho más económicas de las figuras inundaran los escaparates. Para 1986, era difícil conseguir un Kronoform original en las tiendas norteamericanas. Sin embargo, el molde del modelo Robot Time Machine permaneció vigente, pues la popularidad provocada como efecto secundario de las copias pirata, aumentó en otras regiones como Europa y Sudamérica.

Después de disfrutar el éxito de la G1, el declive de los Transformers en Estados Unidos comenzó. Takara le vendió el excedente Kronoform a Hasbro y todavía la colorida G2 alcanzó a ver varios modelos de la línea Kronoform Time Machines comercializados bajo la marca Transformers. Entonces, los relojes transformables se convirtieron en un recuerdo que poco a poco, desapareció...

La línea Kronoform es una de tantas que adquirieron estatus de culto gracias a la nostalgia provocada en muchas personas. Y aunque muchos desconocen la marca Kronoform como tal, el molde base es uno de los objetos robóticos ochenteros más identificados, al lado de emblemas como Optimus Prime o Megatron.

Ahora, algunos datos acerca de la figura:

-Los MC-O6 de Micro Change estuvieron disponibles en un inicio en cuatro colores: negro, azul, oro y plata metálico. Los modelos Robot Time Machine de la línea Kronoform, estuvieron disponibles en un inicio en tres colores: negro, plata y dorado metálico. Durante la vida de los Kronoform en Estados Unidos y hasta la G2, aparecieron versiones originales rojas y grises, que a su vez, también llegaron a Japón.

-El costo de un Robot Time Machine MISB en 1984 en Estados Unidos era de entre 13 y 15 dólares. Con ese dinero era posible adquirir un Car Robot G1 (como Sideswipe o Wheeljack), además de un Minicar (como Bumblebee o Windcharger).

-El costo de mi figura en 1984 en México fue de 3,200 pesos. Con ese dinero era posible adquirir cinco figuras de acción Star Wars MISC.

-El costo de una figura Kronoform KO en 1985 en México era aproximadamente de 1,000 pesos.

-Las figuras Kronoform venían en una caja en donde se mostraba, principalmente, una interpretación artística del robot. En la parte trasera, se mostraba la transformación de la figura y otros moldes Kronoform disponibles.

-El Kronoform que tuve en mi infancia venía en una caja de cartón genérica, con el instructivo original en una bolsa de plástico.

-Hasta donde recuerdo, sólo vi 3 Kronoform originales en mi infancia: el mío, Inviceptor (Avión/Reloj) y Autoceptor (Robot/Auto/Reloj). Los últimos eran de un compañero de la escuela que iba en 5to o 6to grado cuando yo estaba en 2do.

-Nunca vi un Kronoform nuevo en caja en mi infancia. De hecho, nunca he tenido contacto con alguno en tal estado.

-Durante un intercambio de juguetes entre amigos, cedí un Starrior a cambio de una versión KO gris de Inviceptor y una figura de M.A.S.K. Inviceptor fue el otro único molde Kronoform con el que tuve contacto (por un corto tiempo).

-La parte más sensible del molde Robot Time Machine era el pin que permite sacar los puños del interior de los brazos. A pesar de que a mi reloj se le rompió la correa y tenía rayones por el uso, nunca tuvo problemas con esos pins. La mayoría de los KO de mis amigos no tuvieron tanta suerte.

-Hasta la fecha, no se cual fue el destino de mi Kronoform original. El último recuerdo que tengo de él fue utilizarlo para conducir el módulo 'tanque' de Ironhide G1 en 1987. Cuando recibí a Metroplex el día de Reyes de 1988, lo busqué para que fuera el comandante de la Ciudad Autobot, pero nunca lo encontré.

-Durante la G2, Hasbro comercializó el excedente Kronoform de Takara en Estados Unidos. A pesar de que vi muchos moldes G2 en las tiendas de mi país, nunca vi estas figuras disponibles aquí.

-Todavía en la década de 1990, las versiones KO de los Kronoform eran premios recurrentes de las máquinas que a cambio de una moneda, dispensaban un contenedor esférico con un juguete sorpresa dentro.

-Mi Takara Kronoform Robot Time Machine tiene el record de ser la figura de centena más pequeña que tengo. La siguiente en tamaño es la #400.

-También es la figura de centena con el menor costo que he comprado. La siguiente en precio es la #200.

-Es la séptima figura de centena que incorpora un elemento electrónico con baterías.

-Es la sexta figura de centena hecha por Hasbro/Takara.

-Es la figura de centena con la Date Stamp más antigua: Takara, 1983.

-Es la figura de centena formada por sólo un robot con el mayor número de modos alternos oficiales*: 9

-Es la única figura de centena que no tiene algún tipo de arma.

Los dejo con el anuncio comercial que apareció durante la vida del Robot Time Machine en Estados Unidos. Aquí se muestran todas las funciones y posibilidades de esta increíble y emblemática figura:

*¿Ven? No era mentira...
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21 de junio de 2010

¡1,000!

En diciembre de 1994, al jugar por primera vez Fatal Fury 2 para Sega Genesis, justo después de la característica pantalla 'SEGA', apareció un nombre que me hizo decir: "¿Qué esa compañía no hacía relojes?". La palabra en pantalla era 'TAKARA'. En ese entonces, yo desconocía que la mencionada compañía era la responsable de distribuir varias propiedades intelectuales japonesas en América, como los juegos de SNK, por ejemplo. En ese entonces, los Transformers eran un grato recuerdo de la década pasada. En ese entonces, ignoraba por completo que esa compañía que aparecía en mi juego y los robots con los cuales jugué durante la primaria, tenían relación alguna...

Pero, a pesar de ello, sí sabía que la compañía fabricaba relojes. ¿Por qué?

Diez años atrás, a principios del verano de 1984, mi primer reloj —uno azul, de cuarzo, con una brújula en la parte inferior— ya estaba en las últimas; la correa estaba rota y la pantalla muy maltratada. Era momento de cambiarlo. Durante una visita al flamante y recién formado Bazar Pericoapa —lugar en el cual se podían adquirir toda clase de productos importados de Estados Unidos, principalmente— fui testigo de un hecho asombroso: el dueño de uno de los locales tomó un reloj, en apariencia ordinario, y poco a poco lo 'transformó' en un pequeño robot.

Fue sorprendente. La impresión de ver por primera vez como un objeto cotidiano adquiría una forma inusual, fue algo indescriptible. Con mis seis años de edad, ese aparato ('gadget' era un término que no conocía en ese momento) era una de las cosas más increíbles que había visto en mi corta vida.

El impacto que causó en mi fue tan evidente, que el vendedor volteó a verme y con una sonrisa en la cara, dijo: "Está padre, ¿no?". Sólo asentí. Seguía sin creer lo que veía. Miré a mis padres y, también estaban sorprendidos —no tanto como yo, evidentemente— y la pregunta que esperaba, llegó: "¿Ese es el que quieres?". La respuesta fue obvia.

El precio era alto. Casi el triple de la cantidad que mis padres tenían planeado gastar en mi reloj. El trato venía con dos condiciones: "Lo vas a cuidar y no va a haber más juguetes durante las vacaciones". La respuesta, de nuevo, fue obvia.

"Tengo en dos colores, plata y negro...". Elegí la segunda opción. La primera era demasiado llamativa ('blingy' era un término que no conocía en ese momento). Así, en una cajita blanca, acompañado de su instructivo, mi segundo reloj estaba listo para acompañarme a casa.

Mis padres cuestionaron la simpleza de la caja y el vendedor respondió que al tratarse de un producto tan 'novedoso' (eufemismo para 'contrabando') era necesario quitarle las cajas originales, práctica muy común en aquella década, por lo menos en mi país. A mi no me importaba la caja, mucho menos las historias de importación ilegal del sujeto. Yo quería ponerme el reloj ya y jugar con él...

Después del bazar, fuimos a comer a un restaurante que se encontraba dentro de los Estudios Churubusco. Mientras ordenábamos, el gerente nos comentaba que semanas antes, recibieron a cerca de 50 personas, pues terminaron de grabar y desmontar unos escenarios para una película 'gringa'. "No se bien como se llama, pero dicen que es mejor que La Guerra de las Galaxias. También la filmaron en un desierto del norte...".

"Aburrido...", pensé. El tipo hablaba de Dune, de David Lynch, pero no podía importarme menos. Yo quería jugar con mi reloj. Y así lo hice. En las jardineras cerca de nuestra mesa , yo jugué con mi robot sin nombre. Y era muy, pero muy feliz...

El resto del verano lo pasé en casa de mis tías, la mayor parte del tiempo, mostrándole a todo el mundo mi sorprendente reloj que se transformaba. Era como magia y no me cansaba de repetir el acto una y otra vez.

Cuando terminaron las vacaciones, llegó un momento importante: mi primer día en la escuela primaria. Nada podía salir mal. Conocía a varios de mis compañeros, pues estudiaron conmigo en la preprimaria. Además, mi reloj transformable era suficiente para mantenerme distraído y era una manera sutil de quebrantar la ley, pues no se permitía llevar juguetes a clases. Adultos ignorantes... ¿qué sabían ellos acerca de las maravillas tecnológicas que la robótica ocultaba bajo sus circuitos?

Un día, un compañero del salón, llevó un reloj como el mío. Era casi idéntico, excepto por el rostro del robot (el mio tenía como gafas), la correa (la mia tenía unos relieves diferentes) y lo más evidente, el color (el de él era rojo). Sí, ya no era el único que tenía el fabuloso reloj transformable, pero no por ello mi robot era menos especial.

Poco a poco, como Gremlins, los relojes se reprodujeron en las muñecas de mis compañeros. Había rojos, negros, azules y grises. Mi reloj ya no era tan 'novedoso', pero para mi, mantenía su chispa.

El siguiente año, durante una visita a un bazar que se montaba en el Parque Hundido los domingos, viví una experiencia muy similar a la ocurrida la primera vez que vi mi reloj. Pero en esa ocasión, se trataba de un robot mucho más grande, con sonidos, que se transformaba en una impresionante pistola láser.

"Mira, es como tú", le dije en mi mente al robot en mi muñeca. Mientras, el vendedor le mostraba a los padres de otro niño todo lo que hacía ese sorprendente robot transformable. Era evidente que toda una invasión de robots que se transformaban en cosas había llegado. Y en los meses siguientes, todas las dudas serían aclaradas...

Para el segundo año de primaria, ya estaba yo en una escuela nueva. Esta vez, sin amigos, pero todavía con mi reloj increíble. En esa nueva institución, muchos eran los que tenían un reloj como el mio. Incluso había algunos que tenían relojes que se transformaban en aviones, autos e insectos. Mi reloj ya no era una novedad. De hecho, recuerdo que en varias ocasiones, algunos compañeros y mis nuevos amigos cuestionaron su 'autenticidad', pues la gran mayoría de los relojes portaban la leyenda 'QUARTZ' en la parte superior. El mío no.

"A mí me lo compraron en tal tienda", decían unos. "A mí me lo trajo mi papá de Estados Unidos", decían otros. "A mí me lo compraron en un bazar", decía yo. "Debe ser copia. En los tianguis venden copias de los originales", sentenciaban los que sabían. Hasta donde recuerdo, era el único que tenía un reloj de esa marca. "Ni modo", pensé. "A mí me gusta mi reloj".

Al poco tiempo, aparecieron los Transformers en TV abierta. Después de ese acontecimiento, ningún reloj transformable impresionaba. Todos querían los robots grandes que se transformaban en autos, aviones o pistolas —aquellos como el que yo vi en el bazar tiempo atrás—. La marca de mi reloj dejó de ser algo importante...

La marca era Takara y en ese entonces, desconocía que se trataba de una compañía japonesa que intentó comercializar sus productos en Estados Unidos bajo la marca Kronoform. También desconocía que Takara era la empresa responsable de crear las líneas Diaclone y Microchange años atrás, las cuales Hasbro retomó para crear a los Transformers. Para mi, en el año 1994, era una empresa que fabricaba relojes.

Poco tiempo después de comenzar mi colección, las metas aparecieron poco a poco. Siempre tuve presente adquirir los Transformers que tuve en mi niñez. También planeé adquirir aquellas que me hubiera gustado tener. Al principio tuve más metas que figuras. Cuando me di cuenta que era cuestión de semanas para que alcanzara las primeras 100 adquisiciones, decidí que una buena manera de hacer ese momento especial sería conseguir una figura significativa. Por ello, pensé en mi reloj robot sin nombre.

La figura #100 no fue el reloj de mi infancia. ¿La razón? Nunca lo conseguí. Lo busqué durante semanas sin éxito. Yo quería el mismo que tuve, pero para mi mala suerte, sólo aparecían ediciones chinas de otros colores o versiones originales con faltantes críticos. Una vez más, para la figura #200 intenté conseguir el reloj, pero de nuevo, sin suerte. Poco a poco olvidé esa meta y dejó de ser prioridad.

El último intento fue cuando me acercaba a la #500. Lo más cerca que estuve fue llegar a un sitio japonés en el cual vendían uno igual al que tuve, sin la correa, con el panel LCD estrellado y sin la certeza de que funcionara. Una derrota más para la lista.

Hace meses, cuando acababa de adquirir mi figura #600, entré a un foro de coleccionistas de Estados Unidos y le dejé un mensaje a alguien que, de acuerdo al caché de Google, vendía un reloj como el que buscaba. Nunca recibí respuesta.

Hace unas semanas, cuando escribía acerca de mi figura #900, me di cuenta que llegaría a la siguiente centena y no tenía una figura lo bastante especial como para celebrar tal acontecimiento. Contemplé varias opciones; algunas raras, otras muy costosas, otras que todo el mundo muere por tener, pero ninguna parecía lo suficientemente especial para mi. Recorrí bazares, subastas de eBay y tiendas online en busca de la figura que llenaría ese espacio tan importante.

Hace tres semanas, recordé ese mensaje que mandé meses atrás y decidí intentarlo de nuevo. Una vez más, esperé durante días y no recibí respuesta. Pero, mientras buscaba en el archivo histórico de ese foro, encontré a otra persona que vendía un reloj como el que buscaba, sin aclarar el estado, color y precio del mismo. Mandé un mensaje y la respuesta fue inmediata. Me mandó un link para ver las fotos y el grito se escuchó a kilómetros a la redonda. El resto fue cuestión de negociar y esperar su llegada...

Hoy sé que el reloj robot que tuve en mi infancia era original y probablemente, era el único original de su tipo, por lo menos en mi escuela. También sé que mi reloj y el primer Transformer que conocí tenían mucho más en común de lo que pensaba. Ahora sé que cualquier otra figura que hubiese elegido para ocupar este espacio, habría sido un error. Hoy sé que mi figura #1,000 tiene nombre: Takara Kronoform Robot Time Machine, el primer robot transformable que tuve, el que estuvo conmigo cuando comencé a coleccionar cosas, cuando vi a Shockwave, el primer TF que conocí, cuando recibí a Optimus Prime ese Día de Reyes y cuando sufrí por mi Sideswipe.

Tenía que ser él. Sin él, nada de lo que se ha comprado, fotografiado, filmado o escrito en este blog existiría.

"¿Ese es el que quieres?", me preguntan.

"¡SÍ!", responde mi yo de 1984. "¡Claro que sí...!", respondo, hoy.
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20 de junio de 2010

Blast From the Past: Voltron

En la Navidad de 1986, tuve la oportunidad de elegir el obsequio que recibiría en vista de que Santa Claus no tenía la dirección en la cual pasaría las vacaciones invernales. Entonces, en la papelería/juguetería Tony de Córdoba, Veracruz, un servidor y su hermano pasearon entre los pasillos en busca del juguete elegido. En mi caso, la decisión ya estaba tomada: sería Voltron, Defensor del Universo. Ese año, la serie del Voltron de vehículos aparecía en la TV abierta, mientras que en la TV de paga, por las mañanas, el menos famoso Voltron de leones divertía a los niños antes de ir a la escuela.

Curioso, pero durante esa temporada navideña, los comerciales que invadieron la TV fueron aquellos en los que se promocionaba la figura de leones, comercializada por Mattel en mi país. Así, surgió mi interés en ella y pues el 24 de Diciembre fuimos en la tarde por él (para el archivo, mi hermano eligió a Grimlock G1, figura que tiempo después me apropié con los derechos que me otorgaba ser el hermano mayor, gracias).

En ese entonces, era posible tener la figura de Voltron completa de dos maneras. La primera (y más sencilla) era mediante el Gift Set (o Mega Paquete), el cual contenía los cinco leones con sus respectivas armas, además del combo de Espada y Escudo característicos del personaje. La segunda manera consistía en adquirir los leones de manera individual, cada uno con sus respectivas armas, pero, a diferencia de la primera opción, en cada una de las cajas estaba incluido el piloto del león con su llave de poder. La segunda alternativa era un poco más costosa y en mi caso, no era opción, pues por alguna razón, el león rojo estaba agotado en la juguetería.

Así, me llevé el Gift Set y el día de Reyes inmediato, recibí como obsequio el paquete con los cinco pilotos. Entonces, tuve completo a Voltron. Recuerdo que algún día lo lleve completo a la escuela, pues nadie creía que lo tuviera. El recreo de ese día fue todo un acontecimiento, pues armé y desarmé el armatoste por lo menos en cinco ocasiones. Todo dentro del salón, pues estaba prohibido llevar juguetes a la escuela. Voltron fue mi juguete predilecto por meses (y todo un pedo logístico, pues era un desmadre cargar con toda la jauría cada vez que salíamos en fin de semana).

En numerosas ocasiones desde que inicié la colección, tuve interés en adquirir la misma versión que tuve cuando niño. Vi una docena de ediciones diferentes hechas por Matchbox, pero nunca la versión con pilotos, la misma que tuve. A veces, veía un león perdido en algún bazar. Otras, alguna subasta en eBay con la figura incompleta. En Estados Unidos (a diferencia de mi país), la versión de leones (tanto de la figura como de la serie animada) fue más popular que la de vehículos. Voltron en una adaptación de series japonesas sin relación entre si —Beast King GoLion y Armored Fleet Dairugger XV—, y al igual que ocurrió en nuestro continente con Robotech, una compañía compró los derechos para la comercialización. Esa compañía fue World Events Productions (WEP).

La versión original hecha por WEP fue aquella que llegó a mi país. En Estados Unidos, Panosh se encargó de distribuirla. Aquí lo hizo Mattel. Más tarde, WEP vendió los derechos a MatchBox y así surgieron las versiones metálicas que la mayoría de las personas conocen (incluida la más escasa compuesta por los 15 vehículos).

Si iba a tener una versión de Voltron, era imperativo que fuera aquella que tuve en la década de 1980 (si no, ¿qué caso tiene?). Y justo durante las compras del pasado Abril, apareció con su felina majestuosidad, una versión muy bien cuidada del héroe galáctico.

Los cinco leones —Negro, Rojo, Verde, Azul y Amarillo (#995 a #999)— con sus respectivos pilotos —Keith, Lance, Pidge, Allura y Hunk— llegan en compañía de algunos accesorios, entre ellos el Escudo Estelar y la Espada de Arus (a.k.a. Espada de la Justicia, a.k.a. Espada de la Luz).

El Destino, desde hace meses, había señalado que yo tendría mi Voltron. Cuando recibí este paquete en septiembre del año pasado, comenté que en el interior estaba un paquete adicional que no correspondía a las figuras recibidas. Pues bien, ese paquete incluía lo siguiente:

Un kit completo de las armas de la versión original Panosh, listas para ser utilizadas. En ese momento pensé venderlas, pero pronto, algunas de mis figuras ya se habían apropiado de varias de ellas. Al final las conservé y por supuesto que me alegro de haberlo hecho.

Voltron, Defensor del Universo, es otra figura de mi niñez que se incorpora a la colección y llega justo para marcar el fin de esta peculiar centena. Comenzamos con uno de los Combiners más grandes y con el mayor número de integrantes que se han hecho, y seguimos con figuras transformables para armar y alucinar. Después, le dimos paso a Transformers complementarios y a las primeras generaciones Sentai/Power Rangers que aparecieron en América. Finalmente, terminamos con un viaje derecho y sin escalas a la década en la cual los robots transformables surgieron ante los ojos de todos.

Hoy termina un grupo de cien figuras más y la colección luce más completa que nunca. La siguiente figura no sólo es importante por inaugurar una centena bastante significativa. También marca varios hitos dentro de mi colección y representa el cumplimiento de varias metas que poco a poco he completado desde que comencé a coleccionar figuras transformables el 17 de febrero del 2008.

Llegó el momento: es hora de abrir la caja más especial que he abierto hasta el momento...
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19 de junio de 2010

Blast From the Past: Tribots

Algunos recordarán que el personaje que aparece en el centro de esta foto fue el Heraldo de la Gran Caja G1. En ese momento, y durante muchos años, no supe a qué línea de juguetes pertenecía. Sólo sabía que había otros dos como él y fueron comercializados por Tomy, en mi país, durante la década de 1980. Ahora se que su nombre es Shut–L, el que está a la izquierda es Mob–L (#993), el de la derecha es C–Bees (#994), y todos ellos son Tribots, figuras transformables hechas justamente por la compañía mencionada. Pero no es lo único que sé...

En uno de mis ratos libres traté de encontrar información acerca de mi figura desconocida. Llegué a un foro de videojugadores en el cual alguien pedía información acerca de un Shooter japonés para Genesis/Megadrive. El título en cuestión, llamado Curse, nunca llegó a América, pero por alguna razón, el arte de portada para el prototipo permanece en el caché de Internet. En esa discusión, alguien comentó que tenía un robot de juguete similar al que aparece en la imagen y tenía tiempo tratando de identificarlo. Entonces, un coleccionista despejó su duda y la mía de paso. Una vez con el nombre de la línea, el resto fue sencillo...

Los Tribots fueron una apuesta de Tomy —paralela a los Starriors— nacida con la intención de competir contra los Transformers G1. La idea no era mala: Triplechangers con modos vehículo, bestia y robot. Como mencioné en otro post, gracias a un despistado, en un cumpleaños recibí como obsequio dos de ellos. Más tarde, creo que obtuve el tercero en un intercambio de juguetes entre amigos (no recuerdo muy bien). Eran muy divertidos y durante varias semanas, Shut–L fue mi juguete favorito. Las fotos las obtuve de una oscura venta en eBay Singapore.

Los Tribots no son muy complejos. De hecho, el único modo en verdad convincente, por lo regular es el robótico. El modo animal casi siempre consiste en estirar el soporte de la cabeza y poner a la figura en cuatro patas. El modo vehículo, por otro lado, es un tanto mejor, pero no es del todo atractivo. Las características cabezas Tomy —utilizadas en esta línea, los Starriors y más tarde en los Zoids— permanecen, sólo que en esta ocasión sin pilotos tenebrosos.

En la parte trasera del folleto con las instrucciones, aparecen las seis figuras que forman la línea. Son tres moldes originales con su respectivo Evil Repaint. No muy creativo, pero era mejor que arriesgarse con 20 o más figuras y enfrentar el fracaso en proporciones épicas. Cabe señalar que sólo recuerdo uno de los repaints (el de Bat–L), pues un primo mio lo tenía. Pero nunca vi a los dos otros villanos.

La parte trasera de la caja intenta simular lo visto en los contenedores G1 de la época, con un resultado no tan épico. Las dos figuras restantes que completaron el trío Tribot que tuve durante mi niñez fueron un regalo de Red, quien decidió contribuir una vez más a la causa, cuando visitamos un bazar de juguetes y antiguedades.

We Salute You, Darlin'!
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Blast From the Past: AM Bots

Los dos sujetos de la imagen son parte de un oscuro misterio G1. El ojo educado notará que los robots presentados aquí son muy similares a un conocido Autobot sonoro. Esa es la parte más light del asunto. Del lado izquierdo tenemos al Robotic Radio AM Transforming Robot (#991), hecho por la compañía taiwanesa Tai Fong (responsable de fabricar autos de control remoto y otros juguetes electrónicos). La Date Stamp indica que la patente se encontraba pendiente en 1984, un año antes de que Blaster viera la luz en la línea original de Transformers. Esto no es de extrañarse, pues el molde original de Blaster (que formó parte de la línea Microchange, de Takara) data de 1983.

Ahora bien, el siguiente molde —al cual llamaremos Robotic Radio AM Transforming Robot #2 (#992)— pertenece a la compañía Best Join (la cual, curiosamente, tenía la licencia para vender algunos juguetes de Tai Fong en Estados Unidos). Su Date Stamp indica que en 1985, el molde hecho en Taiwan tenía pendiente su patente.

A pesar de que las diferencias entre ambos son notorias —el color, el molde para la cabeza, el proceso de transformación, y varias partes del cuerpo— es claro que se trata, en esencia, de la misma idea (algo parecido a lo que sucede con las diferencias entre los Seekers G1, por ejemplo).

Lo extraño es lo siguiente: en 1987, Hasbro le otorgó a la compañía argentina Comando Toys, la licencia para comercializar una figura llamada Radio Am Robot bajo la marca Transformers. Esto significa que en una cajita muy al estilo G1, la empresa sudamericana comercializó legalmente el molde de un robot que se transformaba en un radio AM funcional, perteneciente al Universo comercial Transformer.

La mencionada figura es exactamente la misma que la segunda figura que vemos en la foto, salvo una diferencia: la versión argentina utilizaba una pila de 9V, mientras que la Best Join empleaba dos baterías AA. Además de eso, es claro que se trata del mismo molde.

¿Qué coños pasó aquí? ¿Quién le robó a quién? Sí, tal vez Tai Fong tomó la idea de Blaster prestada a Hasbro (sin su consentimiento, claro) para crear el Robotic Radio y después, vendérsela a Best Join para crear la segunda encarnación del Robot AM. Pero si Hasbro sabía de este 'homenaje', ¿por qué otorgarle la licencia a Comando Toys para fabricar una figura que surgió como un plagio?

Tantos misterios detrás de estas figuras provocarán especulaciones durante décadas...

Mientras tanto, yo disfruto que mi versión Tai Fong funcione. Y no hay mejor melodía que demuestre mi agradecimiento que aquella que se escuchó cuando le puse las baterías. Les dejo el pequeño video...



Con un poco de limpieza al dial sintonizador, el radio quedará perfecto.
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18 de junio de 2010

Idea Suelta: No más cítricos...

Es complicado. A partir de hoy, dejé mi puesto como Ejecutivo de Supervisión Sr. en una compañía procesadora de cítricos para jugos de distribución controlada en establecimientos detallistas del área metropolitana del Distrito Federal. Desafortunadamente, el departamento en el cual estaba sufría muchos problemas desde hace tiempo, debido a complicaciones de fondo relacionadas con la distribución y las ventas de nuestra materia prima.

Es triste, pues a pesar de que mes tras mes hacíamos lo posible por ofrecer los mejores cítricos para jugos, las personas responsables de la distribución permitían que el producto se quedara en las bodegas y se echara a perder. Por ende, los responsables de las ventas decían que no podían hacer lo propio, pues el producto no era requerido por los fabricantes de jugos.

Cada mes, cuando terminaba el reporte fiscal mensual de estadística y contenidos en hoja carta envuelto en sobre oficio de papel manila, me sentía orgulloso, pues el equipo con el cual trabajé (que se convirtió en mi segunda familia durante 4 años exactos) en verdad, hacía hasta lo imposible por que ese reporte fuera lo más completo posible para darle la información necesaria a los supervisores y consumidores.

Se hicieron sacrificios muy grandes y se vencieron obstáculos inimaginables con tal de cumplir con el trabajo, pero a veces, el futuro profesional no depende del papel manila o del jugo de los cítricos. Depende de mil y un factores fuera de nuestro alcance.

Es difícil no sentir 'algo' negativo cuando suceden cosas como éstas, pero son justo estos momentos los que moldean la vida profesional de las personas.

Voy a extrañar los cítricos. Y sobre todo, extrañaré al equipo con el cuál trabajé. El estante de los jugos nunca será el mismo ahora que nuestros cítricos dejarán de procesarse. Sí, habrá docenas de marcas que intenten ofrecer algo similar. Pero ninguno podrá compararse a la trayectoria, experiencia y sabor de los nuestros. Nunca.
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