Hace un año, con el poder que se me otorga como administrador de mi blog, instituí el día de la exnovia en un afán por mantener relaciones cordiales con personas que, de uno u otro modo, formaron parte de nuestras vidas. Tal vez no es necesario un obsequio, pero una llamadita bienintencionada será suficiente. No aplica para quienes rompieron relación en el último mes, para novios obsesivos con órdenes judiciales de restricción o para fulanas que no tuvieron el valor para decir la verdad en su momento. Digo, hasta entre las exnovias hay clases...
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30 de mayo de 2009
Día de la exnovia, ¿ya compraron sus regalos?
14 de mayo de 2009
Idea Suelta: Series que nunca llegarán a Blu–ray Vol. 1
Creo que me hice fan de la revista MAD cuando mis padres me compraron mi primer ejemplar en 1986 (la portada era una parodia de Rocky IV). Ya la había visto antes, pero no parodiando a una película que me gustara. Eso fue lo que me llamó la atención. Al terminar nuestro desayuno dominical en un hotel de la Zona Rosa (creo que ya no existe como tal), pasamos a la boutique del mismo y me la compraron. No era una lectura muy apropiada para un niño de 7 años, pero la verdad es que en casa nunca hubo censura respecto al tipo de medios con los que teníamos contacto (a esa edad ya había visto prácticamente todas las películas de Sly, además de muchas, pero muchas con sexo, drogas, violaciones y demás tabús didácticos). Es más, mi adorada tía Maria Elena nos compraba cada domingo una nutrida cantidad de sobres de Garbage Pail Kids (tarjetas que todavía conservo, por si alguien tenía la duda) en los entonces populares bazares ochenteros. Los ochentas y sus libertades...
Entendí el 70% del humor gráfico de la revista, pero al ser la versión estadounidense, el popenglish que manejaba estaba más allá del límite de mis pueriles conocimientos. Años después, al revisitar los números que adquiría con regularidad, comprendí la humorística complejidad de la publicación. Entrada la década de 1990, era lector regular de MAD. Bueno, la hojeaba en Sanborns y si me hacía reír en las primeras 5 páginas, me la llevaba. De no ser así, la terminaba de ver y la regresaba a su lugar. El caso es que una tarde aburrida de sábado preparatoriano, me enteré por un spot que había algo llamado MADtv que se estrenaría en el canal 4 a las 10 de la noche. Por supuesto que me emocioné y me preparé psicológicamente para disfrutar la versión en video del humor característico de la revista. Desde el primer episodio de la primera temporada (la única que pasaron en TV abierta, hasta donde se) me volví fan. Ocasionalmente, cuando lo llegaban a programar en algún canal de cable, lo veía, pero era muy raro.
Gracias a internet, años más tarde pude disfrutar de versiones Real Media de otras temporadas. Ahora que ando con la espina consumista de adquirir series en Blu (o en la alternativa si no hay más remedio), pensé lo increíble que sería tener todas las temporadas en un boxset. Sólo salió la primera en DVD, pero quesque por las malas ventas, ya no salieron más (hay una recopilación de las últimas, pero... bah).
Para los que nunca vieron MADtv, eran parodias, críticas y sketches de TODO. Humor gringo al 100%, pero mucho más edgy de lo que siempre se ha hecho en SNL. Les dejo tres de mis segmentos favoritos, incluido aquel con el que me enamoré de este programa (el último).
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13 de mayo de 2009
Otra de bicicletas
Desde antes de tener mi bicicleta y mucho antes de los Ciclotones, la ciclopista (un circuito bicicletero a lo largo de puntos importantes de la ciudad) llamaba mi atención. La idea de una ruta de paseo en la que puedes (en teoría) pedalear con tranquilidad y disfrutar del panorama citadino me parecía muy atractiva. El sábado pasado, Red y un servidor (¿esperaban a alguien más?) nos decidimos a recorrer un tramo de este circuito. Preparamos emparedados, compramos bebidas refrescantes, anexamos algunas frituras y comenzamos a darle átomos. Curioso, pero dicho circuito pasa muy cerca de la casa de Ustedes, así que no tuvimos que trasladarnos a ningún punto mágico para marcar el inicio. Los habitantes de Ciudad de México habrán visto los puentes que forman parte del recorrido. Tales estructuras tubulares cuentan con rampas en ambos extremos para incorporarlas a la pista. Estas rampas, admito, eran una de las cosas que más acrecentaron mi interés por transitar el camino. Pensé que un tobogán en contrasentido sobre el Periférico (una de las vías más transitadas de la ciudad) a toda velocidad tendría que ser una experiencia agradable. Em... no.
—Cloralex, patrocinador oficial del primer puente del recorrido. El punto verde en la lejanía es Red. Adelante, la primera rampa—
Inocente yo. En algún momento pensé que la inclinación de tales accesos estaría pensada para la comodidad de los ciclistas. Pongámoslo así: fueron construidas para ahorrar dinero y partirle la madre a los paseantes. La inclinación de la mayoría de ellas es tan inapropiada, que garantiza mínimo dos cosas: 1) que te acabes los frenos de tu vehículo o 2) que reconsideres el tu valentía y bajes como simple mortal. En la mayoría, optamos por lo segundo. Por si fuera poco, muchas de estas ‘rampas de la muerte’ terminan con una curva (‘esquina’ sería lo más adecuado) tan, pero tan cerrada, que hay marcas de impacto en el metal de las protecciones aledañas y cadáveres de intrépidos ciclistas en el acotamiento. Ni con las 18 velocidades de nuestras bicicletas fuimos capaces de subir por ellas. Esto no impidió que disfrutáramos el paisaje. Aquí un breve video de cómo se ve un punto característico de la ciudad desde la ciclopista.
—El segundo puente del recorrido. La compañía Baco, creadora de los juegos de geometría que el 99.9% de los infantes de este país utilizan durante la educación primaria, se ve al fondo—
Así, seguimos hasta Bosque de Chapultepec. Justo en donde está el parque de diversiones La Feria, se ubica otro de estos puentes. La inclinación de éste no nos detuvo y sin broncas llegamos hasta la parte superior (así deberían ser todos). De igual manera, el descenso por la rampa de salida fue bastante agradable y nos dio el impulso suficiente para llegar hasta la primera parada formal del recorrido. Optamos por recorrer la ruta ciclista de la Segunda Sección de Chapultepec y rodear los lagos que en ella se encuentran. Tras recorrer parte del primero, nos detuvimos para refinarnos el refrigerio. Después seguimos por una parte pesada (paralela a Constituyentes) un poco inclinada y prolongada que comenzó a agotarnos (por lo menos a mi). La recompensa vino en forma de un descenso agradable con el que terminamos de rodear los lagos y el museo de Ciencia Natural. Después del segundo refrigerio, decidimos regresar a casa y dejar el recorrido hacia la Primera Sección para otra ocasión.
—¿Primera Sección? No, gracias...—
El puente de La Feria no fue un problema de regreso tampoco, pero algo que no notamos durante la ida fue la sutil, pero madreadora inclinación de Periférico al regreso. A la altura de Observatorio (la avenida bajo la compañía que se ve en el primer video), el cansancio (sigue comiéndo los tacos con doble tortilla, compadre) fue inevitable. Red, como si nada. Con penas, terminé el recorrido e imploré por unas horas de sueño. De acuerdo con Google Maps, nuestro recorrido fue de aproximadamente 16 km. En el Ciclotón recorremos más, pero la mayor parte de éste último es horizontal en terreno benevolente. Con todo y todo, queda pendiente la visita a la Segunda Sección. Tiempo es lo que sobra...
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11 de mayo de 2009
El mundo necesita reír
Después de tanta histeria colectiva y presiones laborales, Red y un servidor optamos por adquirir una dotación de películas cargadas con el mejor humor que engalanó la pantalla chica y grande en décadas pasadas. Primero, las azules: Big, Ferris Bueller’s Day Off, Wayne’s World y Wayne’s World 2 (30, 31 y 32 de 50 (el duo schwing! lo cuento como una sola cinta)). Red incorporó a la colección la antología de La Pantera Rosa y, como un logro personal anhelado desde hace décadas, me hice de los tres volúmenes de Los Locos Addams con las dos únicas temporadas COMPLETAS. Es importante destacar que esta serie es un clásico favorito en un altísimo lugar en mi lista personal de la mejor comedia televisiva. Es un hecho al 99.9% que nunca saldrán en Blu–ray, así que no me dolió adquirirlas en... ejem DVD. Además, ver a Carolyn Jones en sus mejores tiempos siempre será un deleite. Y como dijo mi sepulturero, "si tienes que morir, muere con una sonrisa..."
*Sí, eso que se ve en la esquina inferior izquierda es Lumiere. Al parecer también es fan de la Pantera Rosa y de Kitty Cat.
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6 de mayo de 2009
Resumen de una semana en cuarentena
Y como dijo Paul: “Juro que no morí”. La falta de actividad en el blog se debió al encierro cuasiobligatorio que se decretó en Ciudad de México y lugares afectados por el reciente brote de una enfermedad viral. No voy a dar opinión ni análisis cronológico de lo sucedido; para eso hay cientos de sitios en línea con información suficiente. Sólo dedicaré este post a la semanita pasada en la cual disfruté bastante el trabajo/diversión/comida en casa. Pásenle, acabo de desinfectar...
El pasado lunes 27, tan pronto entregué el reporte mensual blah blah blah, me retiré a casa. Las órdenes eran claras: si podíamos hacer el trabajo desde casa, bien. Y pues en el caso del equipo con el que trabajo, esto así fue. Luego entonces, desde ese día, me enclaustré y me convertí en un junkie de cifras y reportes sanitarios que aparecían en TV. En los tiempos muertos, descargué el Vol. 4 de Heroes, pero debido a que Red todavía no termina el tercero, pues me aguanté las ganas de chutármelo. La programación en SKY durante las mañanas era aburrida, así que me la viví wachando infomerciales de la mejor calidad, como aquel donde aparece Clubber Lang:
—¡Prepara un corte de carne con su respectivo maiz amarillo dulce en cuestión de minutos!—
A partir del día siguiente, comencé a trabajar desde las 8:00 am. Puntualito, prendía mi máquina y a darle al Excel y Lotus 123 para tener listos los reportes que enviaría a mis colegas para continuar con el flujo de trabajo. Alrededor de las 2:00 pm, me tomaba un breik y armado con cubrebocas, asistía a una plaza comercial cercana para comprar mi comida del día en Subway. Al regresar, continuaba con el trabajo y a las 4:00 pm, apagaba la máquina, prendía el Blu–ray y a disfrutar una peli mientras comía. En las tardes, Red regresaba de su oficina y seguíamos con la rutina semanal: ver las series del momento en TV. Después, un par de horas de videojuegos y el día terminaba.
El 1 de Mayo, día feriado, asistimos a nuestro supermercado de confianza bien tempranico. Esto por los constantes rumores sobre el desabasto de ciertos productos básicos debido a las compras de pánico que mucha gente realizaba producto de la creciente peligrosidad del virus y las medidas tomadas a raíz de la contingencia sanitaria. Pues los rumores eran ciertos...
—Por fortuna, el pasillo de las bebidas alcohólicas tenía buen aspecto. Bajen del arca...—
Más o menos temerosos de que la situación se prolongara, Red y un servidor, sin caer en pánico, realizamos las compras de la quincena contemplando una posible extensión de la cuarentena. ¿El resultado? El tiquete más largo y por ende, la compra de supermercado más costosa que hemos hecho desde que vivimos juntos. Bueno, además de cantidades industriales de alcohol, botanas y carne roja, salvé a un animallito que se encontraba solito en juguetería...
—Wolverine Transformers Crossovers: Marvel (#422). Con esto oficialmente regreso a la adquisición de figuras transformables—
La noche del 1 de Mayo, día feriado, el estimado EConde terminó con la rutina y nos invitó a su casa para echar el trago en compañía de puros desconocidos y un cuarteto de conocidas siempre con algo interesante que decir (Zayda, Ada, Deni Aurora y Rrouz). La noche transcurrió tranquila, con uno que otro tosigoso gargajiento sin cubrebocas, docenas de teorías de conspiración e intercambio de ideas sobre series televisivas.
El sábado, resultó que Blockbuster tuvo películas, series y Blu’s a mitad de precio, Sí, escuchó usted bien: 50% de descuento en todo el material fílmico nuevo. Después de hacer corajes con una pendejita mala leche que trabaja en uno de estos lugares, encontré todo lo que buscaba en otro Bb cercano. Ejem:
—Wall–E (23 de 50), American History X, The Incredible Hulk, Batman Begins, The Shawshank Redemption (24 de 50), Amadeus, Top Gun (25 de 50), Event Horizon (26 de 50), Tango & Cash (27 de 50), 2010: The year we make contact, I am Legend, Ratatouille, Rocknrolla, Batman: Motion Picture Anthology (28 y 29 de 50) y The Fast and The Furious Trilogy. Con esto oficialmente tengo pedos para controlar mis compras compulsivas.—
El sábado comimos con el buen Lenin y nos refinamos Wall–E de nuevo. Más videojuegos y terminó el día.
El domingo salimos a andar en bici en la tarde. Dimos el rol por la Nápoles y colonias aledañas. Una vez en el Parque Hundido, se nos ocurrió aplicar el McPicnic, así que fuimos por unas hamburguesas y comimos justo en medio de dicha área verde. El pana Lex me prestó el double feature Grindhouse Rodriguez/Tarantino y vimos Death Proof el Domingo y Planet Terror el lunes por la tarde. Veredicto: Me gustó más la segunda. Y aunque la primera se me hizo, por muchas razones (debatibles por supuesto) mucho mejor que digamos... Kill Bill 2, si son material para adquirir en Blu–ray próximamente.
Los dos primeros días de esta semana, Red también estuvo en cuarentena. Por ello disfruté de deliciosa alta cocina casera, martinis y música de Rigo Tovar. Durante las mañanas, ambos trabajábamos, emulando el ambiente de oficina. En las tardes, jugábamos un poco o veíamos más pelis. En las noches, series y más juegos.
EN TEORÍA, esta onda del virus ya se estabilizó. Sí, lo se, mágicamente el día que las autoridades de salud determinaron desde la semana pasada. Me alegra que ya no se muera la gente al ritmo que lo hizo durante las primeras semanas (ja ja, acabo de ver que pasamos de 29 a 42 muertos en cuestión de horas), pero también extrañaré estos días en los que disfruté de la siempre agradable compañía de Red, las posturas de descanso de Lumiere y la magia de no lidiar con el mundo para hacer mi trabajo.
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