23 de noviembre de 2017

Mi robot #7,000: el final feliz de una extraña obsesión

Hace 9 años, tenía pocos meses de haber iniciado como coleccionista "oficial". Durante aquel mes, gracias a mi figura #300, aprendí una tempranera lección coleccionista: no hay griales, sólo metas posibles. Mi lista de figuras por conseguir era un .txt con líneas y líneas de Combiners, figuras G1, juguetes de mi infancia y cientos de robots que estaban en la mira de un inocente muchachito que apenas iniciaba con el vicio del plástico transformable. Y todas ellas, según yo, caerían eventualmente. Hace 9 años por estas fechas, un Optimus Prime edición especial —que en esos momentos no estaba en esa lista— fue lanzado a la venta. Sin que su servidor lo supiera, se convertiría en una de las figuras que también me darían una importante lección muchos años más adelante, al convertirse en una de las que más tiempo han ocupado los primeros lugares de ese archivo .txt, transformándose en una rara y sufrida obsesión.

Meses después del #300, había postergado la adquisición de un Prime G1, como el primero que tuve cuando era niño, el cual ocuparía la posición de honor #400. El final de esa historia muchos asiduos de este espacio ya lo conocen, pero como comenté en aquella ocasión, ejecuté una búsqueda en la que aparecieron varias ediciones del líder Autobot. Una de ellas, una peculiarmente llamativa, tenía algunos meses de haber salido a la venta. Una edición limitada rara, muy pero muy rara, llamó mi atención desde aquellos meses entre 2008 y 2009. Nunca fue una opción real para ocupar la posición #400, pero fue justo en ese momento cuando entró en mi radar y en mi lista de futuras adquisiciones.

El Optimus Prime Convoy Exile Perfect Year 2008 era una edición especial del molde Music Label con dock sonoro para iPod, lanzado por la tienda japonesa LDH, con el propósito de celebrar la salida al mercado de una recopilación llamada Exile Perfect Year 2008 Ultimate Best Box, la cual incluía los álbumes más exitosos de la popular banda de J-Pop, Exile. Sí, Optimus Prime en 2008 se había convertido en un descarado artículo promocional para una banda pop de chavitos nipones. Sobra decir que la recepción de la figura por parte de la comunidad TF coleccionista fue un casi unánime 'WTF?!?!'.

Aunado a la rareza inherente vinculada al origen de la figura, estaba el asunto de la rareza potencial como coleccionable; el Convoy Exile sólo sería comercializado por la mencionada tienda japonesa y en cantidades muy limitadas. Su costo desde un inicio fue alto, superando los 330 dólares, y este no dejó de subir una vez que alcanzó el mercado secundario. Todos los ingredientes para convertirla en una pesadilla para el coleccionista dedicado de Primes.

¿Y qué tan limitada fue la edición de esta figura? Recuerdo que en la época cuando salió, existió (y hasta la fecha continúa) información contradictoria acerca de la cantidad exacta. Al provenir de un sitio japonés, es posible que haya existido alguna confusión en cuanto a la traducción y números, no lo sé con certeza. Varias fuentes informaron que sólo se venderían 1,000 unidades del Exile de manera exclusiva en la tienda LDH, mientras que sitios norteamericanos como AllSpark, TFW2K5, TFSource y BBTS mencionaron en algún momento que sólo estarían disponibles 100 a nivel mundial. Incluso recuerdo un post en algún foro TF gringo que discutía, además de la paleta de colores que muchos consideraban terrible, el número real de ejemplares editados. Uno de los comentarios hacía referencia que en BBTS tendrían sólo 10 piezas disponibles para preorden. Entonces, si había 1,000 disponibles, 10 parecían un número muy pequeño para una de las tiendas más importantes en Norteamérica, aunque el precio superara los 300 verdes. Hasta el momento, la cantidad real continúa siendo motivo de discusión.

Desde 2009, ha aparecido con relativa frecuencia en eBay y Yahoo Auctions, a veces en subasta, muchas veces en compra directa, pero siempre con precios ascendentes que superan su costo original. Participé, entre 2009 y 2014 en 5 subastas y no gané ninguna de ellas, pues la puja final siempre superó lo que yo podía (y quería) pagar en esos momentos. ¿Veces que la vi en venta directa? Unas 5 o 6 veces, pero igual, siempre superando la barrera de los 500 billetotes, más envío e impuestos, por supuesto.

¿Y por qué los intentos por conseguirlo llegaron hasta 2014? Bueno, en abril de ese año fue la vez que más cerca estuve de por fin tener al Exile en mis manos. Cuando sabía que iba a viajar al Press Day de Transformers Age of Extinction, anticipé una compra por eBay, aprovechando que estaría unos días en Los Ángeles. La compra: el Exile. Sería un envío express que saldría el día que yo llegué, para ser entregado justo el día en el que yo saldría, unas horas antes de dejar el hotel. Era una ventana de tiempo corta, pero la meta lo ameritaba; una perfecta oportunidad para tener la figura ahorrándome el envío hasta México y sin correr el riesgo de una pérdida o de pagar impuestos adicionales que aumentaran innecesariamente el costo final.

Con todo y que esperé lo más que pude (incluso con riesgo de llegar tarde a mi vuelo de vuelta), el paquete no llegó al hotel. De hecho, a pesar de que se pagó el envío turbo ultra express de USPS, el paquete no cumplió la garantía de entrega antes de mediodía y llegó... al día siguiente de que me fui. La instrucción era clara para el staff del hotel, devolverlo al remitente para que éste pudiese cobrar la garantía por el envío retrasado y cancelar el trato en eBay, todo de manera cordial. Sí, el hotel pudo enviarme el paquete, pero además de pagar por un segundo envío, el staff lo hubiese hecho con un courier que hubiera cobrado hasta el 30% de impuestos obligatorios... por una figura de 500 dólares. Eso fue lo que había pagado por ella, más 40 dólares del envío desde Sacramento hasta Los Ángeles. Así de cerca estuvo y así de fuerte había sido el pago por ella.

Sin quererlo, esa figura se había convertido en mi Eleanor. Tanto intento fallido y mala suerte al intentar conseguirla terminó frustrándome y alejándome de ella. Después de aquella vez en abril de 2014, la vi aparecer un par de veces en eBay, pero como siempre, el precio la volvía un problema logístico/monetario. Entonces, así pasaron tres años y unos cuantos meses, cuando a inicios de septiembre, uno de mis dealers me mandó una lista con descubrimientos en tiendas de Osaka que podrían interesarme. Ese listado incluía ofertas típicas en Masterpieces, una que otra figura thirdie que había buscado y la clásica curiosidad del mes, pero nada fuera de lo ordinario. El final del correo, sin embargo, era diferente: "...y si estás interesado, hay algunos Convoys un poco raros en la tienda de un amigo, algunos Clear, un Music Label, Diaclones y otros más. Avísame y te mando fotos". Music Label, ¿raro? Mmmhmm...

Un mail después y la foto esperada volvió. Era el Exile. El raro y hermoso Exile. Nuevo y cerrado (como se puede ver en la cuarta y quinta imagen), con el pequeño detalle que lo colocaba lejos del cielo del coleccionista quisquilloso, pero lo aterrizaba en el plano de los mortales como yo: la caja estaba algo abollada en uno de los lados (quinta foto). Su costo era de 300 dólares, pero si la quería, podía ver que bajara hasta 280. ¿Qué creen que respondí? :)

Un par de días después, el dealer mandó la figura, la cual llegó justo el 15 de septiembre. Al abrir el paquete, recordé todas esas veces que estuve en proceso o incluso a punto de conseguirla y fallé. La emoción cuando la veía y participaba en subastas, seguida de la frustración por no conseguirla. Recordé ese viaje a Los Ángeles y lo triste que regresé cuando el paquete no llegó a tiempo. Todo eso había quedado atrás para darle paso a la conclusión de la historia. El Convoy Exile por fin era mío. A casi la mitad de lo que estuve a punto de pagar unos años antes. Ja.

Por lo regular, a menos que se trate de una reseña explícita, evito hablar mucho de mis figuras de centena en cuanto llegan. Me gusta disfrutarlas y, eventualmente cuando el tiempo me lo permite, mostrarlas en algún video. Son pocos los casos en los que me nace contar la historia alrededor de ellas al instante. Ésta figura lo ameritaba por muchas razones; es una pieza que tiene casi la misma edad que mi Colección, que se convirtió en una suerte de grial (aunque no creo en ellos) y en motivo para mucha tensión y frustración. Pero así, sin buscarla, un buen día llegó, casi casi solita.

El paquete en el que llegó el Exile me pareció un poco grande si consideramos que ya sabía el tamaño que tenía la caja en su interior. La razón es que el vendedor original del Exile envió un pequeño obsequio con la compra, a manera de bienvenida a futuros tratos con él: Frenzy y Rumble Music Label (#2.825 y #2,826), otros de los pocos integrantes que pertenecieron a esta breve y selecta línea experimental de Takara. Buen detalle, ¿no?

Para no perder la temática, los dos casetes originales G1 en esta ocasión se transforman en un set de audífonos funcionales y transformables. Estos sí no los abrí, pero algún día los probaré, aunque no creo que sean del todo prácticos para el uso cotidiano. Con este par, estoy a un molde de tener todo lo que la línea Music Label tuvo que ofrecer.

Tal y como lo escribí en uno de los párrafos finales de aquella entrada de 2014, el Exile es la figura que había comprado en eBay y no llegó a tiempo. Esa otra historia que no conté en esa ocasión, se convirtió en el inicio de ésta, que se ha convertido en un final feliz para aquella anécdota. Sé que si hubiera llegado el paquete aquella vez al hotel, hubiese sido muy feliz y aquella figura se hubiera convertido en mi robot #5,000. Tal vez la que ahora es la #5,000 sería la #6,000 y así... Pero gracias a que todo pasó como pasó, la que ahora es mi figura #7,000 tiene una gran historia que la hace mucho más importante y valiosa en mi Colección. Todo esto le añade un valor adicional incalculable a la figura para mí.

Y a todo esto, ¿por qué la obsesión con el Convoy Exile, odiado y ninguneado por la gran mayoría de coleccionistas? Porque mientras todos vieron a esa figura con ojos de desprecio y pena ajena cuando salió a la venta, a mí me gusto porque es rara, inusual, incomprendida y desvergonzada. Igual que mi Colección :)

Así de bien iba el asunto a mediados de septiembre. ¿Quién iba a pensar que todo iba a cambiar de manera tan radical en cuestión de días...?

...


Objetivo: Alcanzar los 300 Primes transformables en mi Colección.
Este Optimus es uno más para esa cuenta.
Restan 4 Primes para cumplir el objetivo.

Objetivo Opcional: Adquirir el Optimus Prime Convoy Exile Perfect Year 2008.
Lo logré :)
Tercer Objetivo Opcional de 2017, cumplido.


¿Quieres saber más?

8 de noviembre de 2017

La cabra, la cabra, el año de la cabra...

Desde 2012, Takara en Asia rinde homenaje a la entrada del Año Nuevo Chino con una figura conmemorativa, que siempre es una edición especial de Optimus Prime. En algunas ocasiones, a ese Prime se han unido algunos personajes adicionales para acompañar el festejo a manera de complementos. A partir del segundo año de esta celebración y hasta la fecha, dichas figuras pertenecen a la línea Platinum, sublínea de Generations, dirigida al público coleccionista más dedicado. De igual forma, paulatinamente estas figuras han dejado el territorio asiático para convertirse en ediciones especiales que alcanzan el mercado americano.

En 2015, el Año Chino de la Cabra tuvo como representante al líder de la imagen: Optimus Prime Year of the Goat Edition (#2,822), una versión traslúcida del molde Prime Laser G2, pero que en realidad, utiliza la versión mejorada del molde empleada por Scourge/Nemesis Prime RID (o el Black Convoy japonés), con todo y su remolque tanker con acabados en pintura cromada. Pero, a diferencia de ese molde oscuro, este Prime Cabra sí cuenta con los componentes electrónicos que tenía el Laser G2 original.


Además del plástico transparente y los detalles en naranja/cobre, el molde en varios de sus accesorios utiliza un tono rosa algo raro. Ignoro si esto tiene mucho o poco que ver con cabras, pero a mí sí me gustó esta selección de colores, sobre todo en el modo alterno. Además, este es uno de mis moldes Prime favoritos, así que no había manera de que lo dejara pasar. Tal vez tardé un poco en conseguirlo porque al principio, la figura rondaba los 100 dólares. Me costó un poco menos que eso, gracias a un vendedor que tenía varios a buen precio.

El mismo día que fui a recoger al Prime Cabra, me topé con este par en el Tiangeeks: Brawn y Roadburn (#2,823 y #2,824), dos Legends de Titans Return. Estos pertenecen a la cuarta oleada cuyos integrantes no llegaron de manera tan evidente a las tiendas de por acá. Con la temporada navideña casi casi activada, dudo que veamos más miembros de esta línea por aquí.

Para completar el botín de aquel fin de semana, conseguí el último número de la serie de cómics TF editados por Panini. El #9 se me escapó cuando estuvo disponible en mayo/junio, pero por fin pude conseguirlo solo. La alternativa era comprar un paquete con las 9 ediciones a precio reducido que apareció durante el verano en Sanborns. De haber sabido, me hubiera ahorrado bastante dinero y tiempo. No vuelve a pasar. Ja.

Y así se ven las portadas alternativas juntas...

Como dato de trivia, todavía no leo ninguno.


Objetivo: Alcanzar los 300 Primes transformables en mi Colección.
El Year of the Goat Prime me acerca un poco al final de esta meta.
Restan 5 Primes para cumplir el objetivo.
¿Quieres saber más?