31 de enero de 2009

Murmullos que no entiendo

Primero, decidí ir a la cama temprano. Creo que después de un breve sueño, perdí toda la intención de dormir. Vi una película y el sueño desapareció por completo. Baje por un poco de agua y comí cualquier cosa. Regresé al cuarto de arriba y después de dar una pequeña caminata, decidí actualizar la lista de mis Transformers. Mi colección es la catarsis diaria. Después de todo, ellos hablan mi idioma (cuando quiero transformarlos, ellos gustosos cooperan. Por lo menos así lo entiendo, espero no equivocarme). Mientras contabilizo y actualizo, escucho murmullos en las afueras de mi casa. Algunos parecen festivos, otros discusiones y otros tantos ruidos al azar. La gente anda muy despierta a estas horas de la madrugada. Lamento no poder conciliar el sueño, pero al parecer, no soy el único. Voy a dosificar todos los TF que recibí esta semana. Así podré acomodarlos poco a poco sin convertir la habitación en un caos. Por lo menos no en uno peor al cual ya tengo ahora.
¿Quieres saber más?

28 de enero de 2009

Ese es Omega Supreme, ¿no?

Esa fue la pregunta que el distinguido Dr. Müller me hizo cuando el pasado lunes visitó mi colección TF. “Así es”, respondí. Y para beneplácito de ambos (porque ahora resulta que él también coleccionaba Transformers en su infancia), abrí el Encore que me llegó hace un par de meses para verlo. “Wow”, fue la reacción de ambos. Omega Supreme fue el Transformer G1 más grande que se vendió en mi país durante la década de 1980. Conocí a un par de sujetos que lo tenían, pero en mi caso, siempre fue un juguete tipo me–encantaría–tenerlo–voy–a–jugar–diario–con–él–si–lo–tengo. Queda claro entonces que nunca lo tuve. No recuerdo su precio cuando lo vendieron por acá, pero la caja era ENORME para un chaval de 6/7 años. Un par de años después (o tal vez un año) me regalaron a Metroplex, el TF más grande que tuve en mi infancia. También era de proporciones épicas, pero por alguna razón, me quedé con la idea de que Omega Supreme era mucho más grande. Anoche lo armé, le puse uno de sus stickers (la fiaca me invadió y preferí no ponerle el resto), tome las baterías de un control remoto y lo hice funcionar. Al transformarlo, me di cuenta que no era TAN grande como pensé. De hecho, creo que es casi igual en altura a Metroplex. Luego los juntare para la foto decisiva.

—Lumiere en un intento por comprender la lógica ancestral tras los mecanismos avanzados que hacen funcionar a Omega Supreme—

Childhood dream: check.

El Dr. Müller y su ahora señora esposa compartieron su último día en México con nosotros, antes de regresar a las Islas Caimán (¿o eran Canarias? No recuerdo). Nos lanzamos a ver The Spirit, que al final dejó un sabor como al sentimiento ardilla que se carga Frank Miller porque todo el mundo se hace rico y famoso con su trabajo menos él. Léase: no es buena. Y es oficial: Así como Val Kilmer nunca se pudo quitar el chip Jim Morrison y desde entonces siempre actúa igual, a Samuel L. Jackson se le trabó el pedo en Jules Winnfield desde Pulp Fiction. Mace Windu comiendo una Big Kahuna me habría hecho reír en SW: ROTS, pero ahora me da como pena por él. Si me preguntan, creo que fue un pretexto muy caro y elaborado para verle durante dos segundos las nalguitas a Eva Mendes. Y doña Scarlett.... bueno. Como villana simplemente no.

—El Dr. todavía trabaja en su proyecto de ingeniería en telecomunicaciones que consiste en crear un satélite destructor que funcione con monedas de 50 centavos por tiro—

En lo que va de la semana recibí dos paquetes: el que se ve en la foto y otro que es como la cuarta parte del tamaño del visto aquí. Paradójicamente, el más pequeño, trae más TF útiles para mi colección que el otro. Es importante señalar que esta cajota rompió el record impuesto por Fortress Maximus (quien pesó poco más de 6 kilos), al marcar un peso neto de 10.3 kilos.


Pronto mostraré el contenido de ambas. ¿Quieres saber más?

26 de enero de 2009

Belleza que sólo un hombre puede entender

Algunas personas que me conocen saben que lo hago todo el tiempo: mirar detrás de los aparatos electrónicos. Es algo que no puedo evitar. Desde pequeño soy adicto A/V y a muy corta edad, ya conectaba sin problemas desde mi primera consola de videojuegos, hasta el viejo componente JVC que sobrevivió dos décadas en la casa. Encuentro fascinante recorrer todos los puertos, conexiones, entradas y salidas de un aparato A/V. Hay pocas cosas que disfruto tanto como conectar un dispositivo electrónico con el resto del setup para entretenimiento que tenga en el momento. Aquí vemos la adquisición más reciente que se integra a mi morada A/V: un Harman Kardon AVR–247. Es hermoso. Hace poco, cuando mis compañeros del trabajo y yo fantaseábamos al ver fotos en línea de este aparato, una compañera nos preguntó por qué nos emocionaba ver eso. Uno de los hombres le respondió: “esto, para un hombre, es como ver a Scarlett Johansson desnuda”. Tal vez yo no iría tan lejos como para comprometerme con esa comparación, pero es un hecho que es un tipo de belleza que, por lo menos hasta donde se, sólo un hombre puede apreciar.
—Eres brillante...—

Ya era hora de jubilar a mi viejo, pero fiel Sharp HTDD–5000 Dolby Digital 5.1 —que se acerca ya a los 10 años de vida— para descansar y ceder su puesto como cerebro de mi centro de entretenimiento. El HTDD–5000 me acompañó desde mi Dreamcast, pasando por numerosos reproductores DVD, Xbox, GameCube, X360, Wii y el Sony BDP–300. Compartió tiempo con la Sony WEGA del exilio, la JVC de mi habitación, la Tantus de Red, mi primera (y hasta la fecha última) Bravia y por supuesto con mi Philips Ambilight. Lo jubilé el fin de semana, pero sólo a el y el subwoofer, ya que sus altavoces —que son pequeñas joyitas en madera superacústica de 100 watts— son ahora parte de mi nueva configuración 7.1 (incorporé un par de satélites Philips en standby de Red). Una de las razones principales para el upgrade son las nuevas codificaciones de audio en los discos Blu–ray. Pero además del sonido puro y cristalino, el nuevo bebé de la familia tiene la capacidad de escalar cualquier fuente de video análoga a 720p. Ya la probé con Sky y la diferencia si es notable, aunque por el grado de compresión que manejan estos bastardos, la señal no es tan buena como digamos, un canal HD captado por antena aérea. De cualquier modo se ve mejor y próximamente probaré el Wii para ver qué tanta es la mejora. Ahora sólo necesito un subwoofer preamplificado para completar el escenario sonoro y un espejo para contemplar en cualquier momento la majestuosidad de la parte trasera del AVR–247.
¿Quieres saber más?

22 de enero de 2009

Con V de Vainilla

Recuerdo cuando probé el Toni Col por primera vez. Estábamos ­-viaje familiar- en la avenida Camaron Sabalo, Mazatlán, ordenando una merecida comida después de un viaje desde Tepic. Creo que tenía como 6 años. Mi madre pidió uno y me dijo que lo probara para ver si me gustaba. Sobra decir que me encantó. Para mi desgracia, sólo lo podía disfrutar cuando salíamos de viaje hacia aquellos rumbos o cuando algún familiar traía algunas botellicas. A principios de la década de 1990, por una razón que todavía no termino de entender, las tiendas naturistas -cuyo olor no soporto hasta la fecha- comenzaron a vender la bebida milagrosa (o tal vez siempre la vendieron, pero nunca lo noté). A pesar de ser mucho más accesible a partir de ese momento, casi siempre la tomaba cuando tenía antojo muy cabrón o cuando pasaba por uno de esos lugares ‘saludables’ y veía el refrigerador. Por eso mantuvo casi siempre el estado de ‘bebida poco común’. Para aquellos que no lo han probado, es como la Vanilla Coke, pero con un twist rarito (Red jura que sabe a medicina). Difícil de explicar, ahora que lo pienso. Hace un par de años (o varios pares) Coca Cola puso a la venta justamente la Vanilla Coke, a tiempo para la llegada del Absolut Vanilia. Mi alcoholismo social y mi alquimia trunca me llevaron a inventar una bebida: el Vanilla V, cuyos ingredientes eran, 3 oz de Absolut Vanilia, el resto de Vanilla Coke y 1 oz de ******************. Es el único cocktail que he inventado y la neta es una delicia (varios borrachines de alcurnia me respaldan). Tiene fácil unos 5 años que no preparo un Vanilla V y justo hoy, cuando llegue a casa con antojo de una cerveza, me topé con este delicioso envase de Toni Col, frío y listo para beber. Es una grandísima pena que no tenga un Absolut Vanilia cerca como para revivir aquellos días de borracheras en días de trabajo y de pláticas extensas sobre nada en particular. Ya será en otra ocasión. Toni Col en presentación de 2 litros, a la venta en tu Chedraui más cercano.
¿Quieres saber más?

18 de enero de 2009

Weekend with a Wave

Después de una semana bastante complicada, Red y su seguro optamos por dedicar el fin a resolver pendientes y hacer un par de tareas necesarias. La lista de pendientes incluía una visita express a la hermana ciudad de Toluca, comprar algunos víveres y recoger algunos integrantes nuevos de mi ejército. De izquierda a derecha, comenzando desde el frente: Onslaught Universe Legends (#366), Repugnus Cybertron (#367), Backstop Cybertron (#368) y Battle Unicorn Beast Machines (#369). Del lado derecho, un elusivo Decepticon que hoy se integra a mi selecta lista de armas de grueso calibre: Gray Shockwave, AKA Astro Magnum, AKA Galactic Man, AKA Radio Shack Shockwave, AKA ¡SHACKWAVE! (#370). Wow, muchos ‘aliases’ (sp?). Como sea, el pobre al parecer ha participado en miles de guerras y necesita un serio trabajo de reparación (el interior electrónico está destrozado, al igual que algunas partes cercanas al gatillo y ni hablar del tubo plástico). Por fortuna, se dónde conseguir lo necesario para Frankensteinar al buen Shack -y de paso me compro un KO extra para completar mi colección de Shockwaves-. Por último, en la parte de atrás está Vector Prime Galaxy Force Cybertron (#371), que estaba perdido en los recónditos anaqueles de un Juguetron en Lerma. Cabe señalar que todos los nuevos miembros están nominados para la lista ‘Los mejores tratos del 2009’ por el irrisorio precio que pagué por ellos. Claro, cuando haga esta lista en el 2010.
¿Quieres saber más?

15 de enero de 2009

It's a new dawn, it's a new day...

Inerte, recibe los primeros rayos de sol del día de hoy, Su fortaleza y tamaño son legendarios. Pocos seres en el universo desconocen su identidad. Si eres uno de esa minoría, compartiré la sabiduría milenaria contigo. Él es la epítome de los robots cósmicos, la apoteosis del triunfo Autobot, la epifanía del deseo autómata, el Santo Grial de miles de coleccionistas TF alrededor del mundo, el sueño húmedo de los TFans.... ¡Brave Maximus. el Transformer más GRANDE que se ha hecho (#365)!

(fin de la fanfarria)

Continúa en la página siguiente...

Primero una aclaración: cuando el paquete que contenía esta figura llegó, el Tocayo fue el único que intentó adivinar de quién se trataba. Y aunque lo hizo correctamente, sólo tenía el 50% de la razón. Explico rápido: Fortress Maximus fue un personaje que se lanzó en US/Japón en 1987, como parte de la línea Headmasters G1. Fue el primer TF en superar la barrera de los 100 dólares y debido a su costo y su tamaño, se convirtió de inmediato en objeto de deseo, algo que llevó a su escasez. En el 2000, Takara lanzó la línea Car Robots, en la cual reedito al robusto personaje para darle gusto a todos aquellos que querían tenerlo en sus filas de personajes plásticos. Así, nació Brave Maximus, que ven aquí. Y a pesar de que Car Robots vio la luz en Estados Unidos como la línea Robots in Disguise, esta figura nunca regresó a América, debido a complicaciones que tuvo Hasbro para lograr que la figura pasara las pruebas de seguridad para juguetes plásticos para niños (este sujeto puede matarte si se lo propone). Como sea, el personaje apareció en la serie animada norteamericana Robots in Disguise, utilizando el mismo nombre que en G1, es decir, Fortress Maximus, ya que para propósitos de la continuidad, se trata prácticamente del mismo personaje. Para dejar entonces esto claro, en los círculos de conocedores se utiliza indistintamente el nombre Fortress y Brave, aunque lo preciso es Brave Maximus. En mi blog utilizaré el nombre que me venga en gana.

Existen tres razones principales por las cuales adquirí esta y no la G1:

1.- La más evidente, la paleta de colores que se utilizó. En lo personal, los colores de la figura G1 no me fascinan. No son malos, pero le dan un tonito Playskoolish al robot. Mucho azul claro, gris, blanco no me prendían. Además, como ocurre con todas las figuras con más de 20 años que no se cuidan bien, la mayoría de los FM que aparecen en eBay tienen amarillentas las partes blancas, algo que las hace lucir más auténticas, pero no tolero en esta figura. La combinación en BM le da un toque más agresivo y serio. Después de todo se trata de un titán de titanes.

2.- El precio. Esta figura, si la consigues en un buen trato (como yo), puede costarte hasta menos de la mitad de lo que cuesta un FM (uno completo a precio decente y en estado decoroso no te cuesta menos de 700 dólares). Esta diferencia en precio tiene pros y contras. Contras: tiene menos accesorios que el G1 (esto es de fábrica, ya que Takara decidió no incluirlos por sus pistolas). Para ser precisos, faltan un par de armas, dos vehículos que forman un pequeño personaje adicional y un par de armas pequeñas. Y aunque esto para nada le resta potencia al personaje, si son como detallitos en contra (ya trabajo para conseguir esas partes por separado, aunque me duele pagar +100 dólares para obtener unas cuantas piezas de plástico). Pros: la figura está como nueva, no tiene partes rotas, las partes metálicas, hasta donde se, son más resistentes que sus versiones G1 y finalmente, dicen que el plástico en general se siente mejor en algunas partes. Esto no lo puedo aseverar, ya que nunca he tocado un FM G1.

3.- Esta figura me pone un paso más adelante de completar el catálogo RID/Car Robots, una de mis líneas favoritas, cabe señalar.

Les dejo algunas fotos para que conozcan un poco más esta figura. Aprovechen que dormita, porque cuando despierte, ¡será implacable!

—Me gustan las figuras difíciles de conseguir cuyo número de serie es cerrado. Las hace más especiales...—

—Sus 55 cm de altura yacen en su caja de cartón original. La figura más alta en mi colección antes de ésta tiene 15 cm menos de estatura.

—El instructivo guarda una sorpresa muy especial. La tarjeta está impecable y los accesorios son.... bueno, escasos—

—Duerme pequeño gigante, duerme...—

—Sus partes metálicas brillan y lucen resistentes—

—Foto turista desde el nivel del piso. Recuerden que es el Transformer más grande que se ha hecho—

—Una foto para fans: comparen el tamaño de la caja de Fortress/Brave Maximus con la de Star Convoy y Omega Supreme Encore—

Planeaba abrir esta figura justo la noche antes de mi cumpleaños. Sería muy especial, ya que desde Noviembre, tenía planeado alcanzar los 365 Transformers justo el día 365. Es evidente que sobrepasaré el promedio de una figura diaria para cuando llegue mi festejo anual. La razón por la cual decidí abrirla y no esperar es que el día de ayer no fue un muy buen día que digamos, el futuro no se ve muy alentador. Hoy incluso recibí varias noticias bastante desagradables. El panorama económico pinta complicado para el mundo en general, y por supuesto, esto repercutirá de manera importante en todos los que nos dediquemos a hacer compras frecuentes en el extranjero. Ayer el dólar alcanzó un máximo histórico en mi país (40% arriba de lo que estuvo en su mejor momento durante el año pasado). En estos momentos complicados, necesitaba una pequeña dosis de Energon para dar un respiro y continuar con la rutina. Aprendamos un poco de la fortaleza de este personaje y su frase célebre:

"Prepare for war, but strive for peace."

(Sigh...)

Y rematando con la famosa línea de Nina Simone, "'it's a new life, for me. And I'm feeling good..."
¿Quieres saber más?

14 de enero de 2009

Líder con estrella

Hoy fui a recoger un par de TF muy interesantes. En la esquina superior izquierda, está el pequeño Hot Rodimus Micromaster (#363), un complemento de la figura central que es nada más y nada menos que Star Convoy (#364). Un poco de historia aquí: resulta que el admirado líder de los Autobots, Optimus Prime, muere en la cinta Transformers: The Movie —si no vieron la película y se acaban de enterar de esto, ni modo. ¿Quién los manda a ser tan descuidados con su lectura en Internet?—. Tras años de hatemail de fans y líderes que no dieron el ancho, Takara decidió revivir al legendario guerrero para beneplácito de los seguidores (Hasbro/Takara trajeron a la versión Powermaster, pero en sentido estricto, no era el Prime que todos conocemos). Así, en Japón existió una breve extensión de tiempo dentro de la primera generación conocida como Return of Convoy (recordemos que Convoy es el nombre nipón de Optimus Prime) y la figura estelar (en todo el sentido de la palabra) es Star Convoy —que si hubiera tenido una versión norteamericana, sería algo como Star Prime, o Star Optimus, o tal vez Optimus Star Prime—. Así es, esta figura sólo existió en Japón y en el 2005, Takara lanzó una reedición (esta que ven aquí) que mejora algunos detallitos de color y partes plásticas, entre otras cosas. Además de todo lo antes mencionado, esta figura es especial, ya que fue la última figura de Optimus Prime que existió en la G1. Les dejo un par de fotos adicionales bastante agradables...
—Con arte muy estilo G1, podemos ver la luz de la resurrección que envuelve a Prime antes de convertirse en... ¡Star Convoy!—
—Sí, efectivamente... ¡Stickers! Así también vivirás la frustración de colocar uno mal, como le ocurrió a muchos con el original—

BTW, es hora de abrir una caja...
¿Quieres saber más?

13 de enero de 2009

Los mejores TF del 2008

Con la euforia de las premiaciones cinematográficas que abundan en el mes de Enero, además de subirme al vagón de los compañeros Mdverde y el Tocayo, comparto con ustedes lo mejor de lo mejor que llegó a mi colección durante 2008. Cabe señalar que al empezar mi adicción en abril del año pasado, la selección fue un proceso bastante complicado —elegir entre 354 figuras no es cosa fácil, créanme—. Como sea, en lugar de 10, de una vez concedo 12 lugares y como me encanta hacer las cosas de emoción, las listas van en orden ascendente. Para cambiarle un poco al asunto, hice tres listas: los mejores tratos que realicé (por costo, figuras que conseguí, rareza, etc), las mejores sorpresas del año (figuras de las que no esperaba gran cosa y me sorprendieron para bien) y finalmente mis Mejores adquisiciones del 2008. Y los ganadores son...

Mejores tratos del 2008

12.- 37 figuras de la Trilogía Unicron en excelente estado en menos de 500 dólares.
11.- Comprar a Blitzwing G1 completo en menos de 40 dólares y recibirlo en 4 días.
10.- Comprar mi Megatron Masterpiece y pagarlo en abonos quincenales, llevándomelo primero.
9.- Comprar en menos de 45 dólares el Starscream Supreme (con 2 TF Legends of Cybertron de regalo) para mi oficina.
8.- Recibir después de muchas horas de incertidumbre, mi Thundercracker Henkei desde Japón.
7.- Comprar el megalote de Alternators para semicompletar mi colección, vender los repetidos que me llegaron con ese lote y recuperar mi inversión total más un pelico extra.
6.- Adquirir 2 megalotes de Beast Wars para un total de 66 figuras por menos de 100 dólares.
5.- Comprar al Millenium Falcon Transformers Crossovers: Star Wars nuevo en menos de 24 dólares.
4.- Comprar a Commemorative Series II Powermaster Optimus Prime with Apex Armor God Ginrai en menos de 80 dólares y tenerlo de inmediato.
3 .- Comprar mi Optimus Prime RID Universe Wal–Mart Exclusive a un precio menor que la figura RID normal.
2.- Conseguir mi Toys–R–Us Japan Exclusive Car Robots God Fire Convoy Clear Giftset with Super God Sword a un excelente precio y tenerlo en menos de una semana.
1.- Comprar mi Shockwave Binaltech y recibir gratis mi primer Shockwave G1.

Las mejores sorpresas (buenas) del 2008

12.- Lugnut Animated
11.- Megatron Cybertron Leader
10.- Ironhide Universe Classics
9.- Optimus Primal Beast Wars (Gorilla)
8.- Nemesis Breaker Cybertron
7.- Speedbreaker RID (azul)
6.- Omega Supreme Energon
5.- Jetfire Classics
4.- Darth Vader/Death Star Transformers Crossovers: Star Wars
3.- Speednuke y Bulletproof Road–Bots
2.- Shockwave Binaltech
1.- Commemorative Series II Powermaster Optimus Prime with Apex Armor God Ginrai

Las mejores adquisiciones del 2008

12.- Ravage Alternator
11.- Galvatron RID
10.- Jetfire G1
9.- Megatron Classics
8.- Mirage Alternator
7.- Starscream Cybertron Supreme
6.- Nemesis Prime RID
5.- Optimus Prime Armada
4.- Optimus Prime Cybertron Galaxy Force
3.- Optimus Prime Masterpiece MP–04
2.- Shockwave G1
1.- Toys–R–Us Japan Exclusive Car Robots God Fire Convoy Clear Giftset with Super God Sword
¿Quieres saber más?

12 de enero de 2009

Idea Suelta: Who will watch the Watchmen?

El fin de semana terminé de leer Watchmen. Mi opinión es la de un sujeto que en su era teen era fanático de X–Men, Spider–Man, Wildcats, The Avengers, Fantastic Four, Sandman y Death. Nada muy clavado, más bien trendy. Sí destinaba buena parte de mis mesadas a la compra de parafernalia relacionada con los comics, pero nunca pasé al nivel hardcore o fan from hell. En las reuniones con gente normal (ya saben, de esa gente que tiene vidas comunes y ordinarias) pareciera que tengo doctorado en este pedo, pero la verdad es que en los cuartos pequeños, la oscuridad de la ignorancia vuelve más brillante a la luz pequeña. Como sea, el caso es que aquí va mi veredicto y mi pronóstico para la cinta que llegará en un par de meses...

Watchmen es la mejor novela gráfica que he leído. Así de fácil. Mi bagaje en la materia se limita al material con el que tuve contacto durante la década de 1990, así que tampoco tengo muchos parámetros de comparación con obras publicadas antes o después. ¿Por qué es buena? Porque nunca había leído algo como esto. La forma en la que está estructurada la historia (que ya de entrada es una de las mejores historias de superhéroes que conozco) es lo que hace a Watchmen tan especial. No es la típica historia Marvel, donde A) un malo hace algo malo, b) los buenos intentan detener al malo, c) el malo se ve más inteligente que los buenos y c) los buenos ganan o medio ganan. Tampoco es la crónica fancy Wildstorm o Image donde el estilo gráfico en ocasiones sirve como distracción de historias con una hoja carta de argumento y 20+ giros de tuerca que al final revuelcan la historia en confusión.

Watchmen
es complejidad, sensibilidad y fuerza que tienen como marco una historia verosímil, humana, llena de elementos mundanos con una excesiva carga de emotividad. Los personajes se alejan de la unidimensionalidad que por lo regular abunda en los comics (el héroe adolescente, el villano trágico, el antihéroe irreverente, etc) y rebozan realidad. Los héroes son humanos en toda la extensión de la palabra.

Bastaron siete páginas (como los 7 segundos de Carol Kinsey) para darme cuenta que no me embarcaba en un viaje ordinario. La narrativa rompe los esquemas de lo tradicional y además, de paso, les mienta la madre. La obra de Moore, Gibbons y Higgins es tan diferente, que en ocasiones es hiriente. Hiere la racionalidad del lector habituado a las historias simples donde todo está bajo control y el lector es el que lleva las riendas. En Watchmen, no sólo eres un espectador sin poder y control, eres un curioso que a lo largo de las páginas recibirá migas de información tan pequeñas y subjetivas, que tu hambre por conocer más te obligará a seguir leyendo a pesar de la humillante sensación de total desconocimiento. No existirá un sólo momento en el que la historia te desinterese o sea floja. Desde mi punto de vista, esto es justamente la clave del éxito en Watchmen: el saber siempre tan poco de lo que en realidad ocurre, es lo que mantiene vivo el interés en la historia y el deseo por interpretar hasta el más mínimo detalle.

No pienso echarle a perder el gusto de leer esta obra a nadie. Simplemente diré a los que no lo han hecho que no se eviten el gusto de disfrutar esta pieza de inteligencia gráfica. Buscarle negativos es fútil. La coherencia de la historia/arte es inviolable.

Ahora bien, con la película a la vuelta de la esquina, tal vez a alguien le interese conocer mi pronóstico (o tal vez no). Pero igual me vale madre y lo daré. Hace tiempo, hablé con un conocedor de los comics y lector fanático de la obra. Él comentó que se sentía decepcionado por lo que había visto en los trailers ya que no había “tomas propositivas” o elementos “diferentes”. En concreto: él esperaba más. Debo aclarar que cuando tuve mi primer contacto con la cinta en este evento, para ser honestos, no entendí un pito de lo que se vio en pantalla. No supe quien era bueno, malo, de que se iba a tratar, nada. Ahora, que vi el trailer más reciente, mi ritmo cardiaco se elevó al reconocer cada lugar, personaje, momento climático, diálogo y ver que Zach Snyder (director de 300), está haciendo lo que debe con la obra que se le encomendó. No puede existir “algo más”, no se tiene que hacer “algo nuevo” en una obra increíble como ésta. A finales de la década de 1980, cuando Watchmen vio la luz, fue innovadora por el manejo de la historia, las viñetas y su narrativa. Agregarle “tomas propositivas” o elementos “diferentes” a una obra perfecta corrompería el sensible equilibrio del que siempre sufren los comics llevados a la pantalla grande. Meterle más mano de la que debes a Watchmen, sería un pecado. Un pecado que ningún verdadero fan de la novela gráfica —me incluyo— perdonaría. Watchmen es increíble por lo que ya es, no por lo que esperas de ella. Y esto se aplica para la novela y la película por igual.
¿Quieres saber más?

11 de enero de 2009

Mr. Anderson, we missed you...

Hoy fui a mi tianguis de confianza a comprar las frutas para la semana. En un puesto de videojuegos que, por lo regular, no tiene nada interesante, estaba un The Matrix: The Path of Neo, N-U-E-V-O. Este es uno de mis juegos favoritos para Xbox (dificil de creer, ¿no?) y la verdad es que nunca tuve la oportunidad de comprarlo (nunca lo vi a la venta cuando salió y cuando lo llegué a ver, no era nuevo y pedían hasta 70 dólares por él). ¿La solución?: pedírlo prestado y cargarlo en el disco duro de mi Xbox tuneado. Y si no mal recuerdo, todavía sigue ahí. Éste me costó menos de 20 dólares. Un precio razonable si consideramos su estado y la antigüedad del título. Ahora, junto a mi colección Matrix para Blu-ray, ya tengo todo el archivo multimedia del filme (las escenas exclusivas del apestosísimo Enter the Matrix vienen en The Ultimate Collection, así que no necesito tocar ese juego nefasto por fortuna).
¿Quieres saber más?

10 de enero de 2009

300 + 8...

Después de un desayuno bastante agradable para despedir a unos queridos amigos que hoy vuelven a Alemania, Red y un servidor nos lanzamos al centro de la ciudad para buscar en sus transitadas calles un repuesto para el teléfono inalámbrico de casa que ya estaba trabajando horas extras. Además de encontrar el aparato que buscábamos, me encontré con una excelente tienda que vende Blu-rays nuevecitos a precios de locura. Aproveché para comprar 300 (20 de 48) y los precios eran tan buenos, que le compré de sorpresa a Red dos de sus películas favoritas: Hellboy II: The Golden Army y Pan’s Labyrinth. Por si fuera poco, di un paseico por un pequeño tianguis (mercado pulguiento para nuestros panas de otras latitudes) en donde encontré 8 nuevos amiguitos para mi colección TF. Para saber de quienes se trata, continúa leyendo...

Arriba tenemos al elusivo Six Shot G1 (#355) ¡COMPLETICO!, bueno, en realidad no tiene sus dos rifles, pero la figura está integra (con un ligero problema de stickers mal aplicados. Ya me encargaré de comprarle su armamento en eBay después. Lo mejor es que justo antes de que llegara al puesto donde lo tenían, un sujeto lo revisó durante varios minutos y aparentemente, al no poder transformarlo, lo dejó (me imagino) porque pensó que estaba incompleto o en mal estado. Al revisarlo me di cuenta que no y lo compré a mucho menos de la mitad de precio del que regularmente lo encuentras en eBay en este estado. En otro puesto me topé con Galvatron Beast Wars 2 (#356) y Megatron Beast Machines (#357), también a un precio accesible. Más adelante, dos Universe Legends, Hound y Jazz (#358 y #359) se me pegaron y no pude resistirme al pagar mucho menos que el precio en el que están en el supermercado. Ya para terminar, Hot Shot RID y Optimus Prime Spychanger (#360 y #361) estaban perdidos en un mar de carritos die cast. Los salvé. Como extra, me hice de mi primer TF a control remoto: Barricade Radio Shack (#362) que ya muero por probar. ¿Cuánto creen que pagué por estos ocho Transformers? Si dijeron menos de 100 dólares, adivinaron. Dios bendiga el centro de la ciudad de México.
¿Quieres saber más?

7 de enero de 2009

Gran comienzo de año

Tal y como lo hacía el monolito en 2001: A Space Oddisey, este enorme paquete recibe estoico los rayos del sol (y la irreverente investigación de Lumiere). Tras un fin de año movido, lleno de sorpresas y visitas gratas, esto llegó por fin a mis manos. Tal vez en la imagen no lo aparente, pero este es el paquete más grande y pesado (6 kilos) que he recibido desde que comencé a coleccionar Transformers. El año empieza bien con este recibimiento, cuyo valor aumenta debido a la serie de eventos que lo rodearon. Si quieres conocer la historia pícale al brinco. Si no, pues sólo contempla la magnitud de la pieza...

–Todo comenzó durante los últimos días de Noviembre. Me aventuré a realizar una de esas compras en un lugar remoto, con credenciales dudosas, a un precio que no puedes ignorar. Como toda venta de este tipo, el riesgo era mucho, había pocas garantías si algo salía mal. Pero bueno, el que no arriesga, no gana, así que realicé la compra.

–La primera semana fue muy angustiante, ya que después de pagar, no recibí ningún tipo de confirmación de que se envió/enviaría mi paquete. Tras algunos emails al lugar (incluso uno último en tono amenazador), por fin recibí la confirmación del envío con un número para rastrear.

-Una semana más tarde, el envío había llegado al país. Al venir por la mensajería Express, bastarían un par de días para tenerlo entre mis garras. Obviamente, esto no fue así. Por ello, me comuniqué con el servicio postal para conocer el estado del paquete, recibiendo noticias contradictorias. Decidí esperar un poco más.

-Una semana más tarde, ya tenía alrededor de 6 teléfonos que los eficientes empleados del correo me habían proporcionado para intentar rastrear el paquete. Una veintena de llamadas después, la situación era la misma: el empaque no había modificado su estado en la consulta en línea y nadie sabía a ciencia cierta dónde estaba mi paquete.

-Una semana más tarde, llegó la peor época del año para intentar encontrar a un empleado del gobierno. Aún así, intenté rastrear mi paquete y buscar una respuesta satisfactoria. Para estas alturas, ya tenía 14 teléfonos diferentes y muy pocas esperanzas de encontrar lo que había comprado.

-Una semana más tarde (tres de retraso, si llevan la cuenta), ya me había comunicado con mi oficina postal local e incluso con el cartero que ha entregado algunos de mis paquetes para saber si había alguna novedad. Esto sin éxito, claro. En pocas ocasiones alguna persona contestaba mis llamadas y me daba alguna esperanza.

-Esta semana me comuniqué con el vendedor del producto para informarle de la situación y tratar de llegar a un acuerdo (el envío se aseguró, pero obviamente el pago vendría después de que se comprobara que el paquete se extravió, proceso que llega a tomar meses). Agoté los 14 teléfonos tratando de encontrar a alguien que me ayudara (¿el Chapulín Colorado?). Lo único que obtuve fueron frases como: “si trae algo chino, tu paquete seguro lo tienen los federales”, “igual y traía alguna sustancia ilegal y lo decomisaron”, “si está asegurado, mejor reclámalo ya”, “tu paquete sigue en el aeropuerto.... pero el aeropuerto es muy grande”, “tu paquete no se ha perdido, sólo que el sistema no sabe dónde está (sic)”.

-Ayer, mi tía recibió una notificación que clamaba urgentemente mi presencia en la oficina postal. El documento, con la leyenda ‘Segundo Aviso, Urgente!’ indicaba que mi paquete estaba ya en la oficina postal y que tenía que pagar una cantidad bastante choncha de dinero de impuestos. “¿Segundo aviso?”, “¿Impuestos?”, “¡Mi paquete!”. Esa fue la mejor noticia que recibí en el día.

-Hoy, con el documento en la mano, me trasladé hasta la lejana oficina postal correspondiente para reclamar (en todos los sentidos posibles) mi paquete. Para no hacer la historia larga más larga, resulta que la monita responsable de los registros donde se anotan los paquetes internacionales, nunca revisó el cuaderno donde se anotan las llegadas que causan impuestos en las 1000 + 1 ocasiones que se le pidió info. Pero peor todavía: nunca mandó el primer aviso “porque se le junto mucho el trabajo”. Por lo menos, tuvo la cortesía de responsabilizarse por un cargo de 50 pesos (como 3 dólares) por almacenamiento. El resto (como 80 de impuestos) los tuve que pagar para obtener mi paquete. No me importó.... de cualquier modo el contenido del paquete vale muchísimo más. Y con todo lo que pasé para conseguirlo, el valor se triplicó.

Para ser 100% honestos, ya abrí este paquete. La razón es muy simple: lo hice para checar la integridad de su contenido e informarle a la tienda donde lo compré que llegó sin problemas. Pero no formará parte oficial de mi colección hasta dentro de 41 días. O antes, si ocurre algo muy importante.

Los dejo con dos obsequios para meditar:

1.- La pregunta del día: ¿Cuántos Transformers hay aquí?

2.- La Máxima del día: el mundo es de los Valientes.
¿Quieres saber más?