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19 de diciembre de 2018

La Unboxing Toy Convention 2018

A diferencia del año pasado cuando disfruté del evento como un mundano asistente ñoño, mi visita en esta ocasión fue por cuestiones laborales, razón por la cual desde un inicio representó un problema la adquisición de las figuras “exclusivas” de la expo. Por fortuna, al final del día, pude hacerme de las piezas que tenía en la mira gracias al apoyo desinteresado, pero alcohólico, de un amigo en el lugar. Y bueno, también de otras figuras que no estaban en mis planes gracias a estar en el pasillo adecuado en el momento correcto.

El sistema arcaico (pero funcional) de first-come-first-served de 2017 fue sustituido por un novedoso, (pero estúpido) sistema de pulseras para ahorrar aglomeraciones y filas innecesarias. El asunto es que, al final, gente aglomerada y formada en filas innecesarias, terminó sufriendo mucho más por adquirir lo que quería. Los comentarios en todos los stands dedicados a la venta de exclusivas eran negativos, por lo menos durante el primer día, que fue cuando visité la exposición.

Al no contar con las famosas pulseras (reitero, asistí como parte de mi trabajo), no tenía derecho a adquirir lo que me interesaba. Lo curioso fue que mucha gente que siguió el protocolo para la adquisición de las pulseras fue ignorada por culpa de grupos de revendedores (bien raro) que armaron su propia dinámica para ocupar los primeros lugares a la hora de hacerse de los preciados tokens con privilegios. Todo el mundo comentaba cómo la mala organización y darle prioridad a estos grupos de choque dejó una pésima impresión en los asistentes. Hubo gritos, empujones, reclamos e insultos, además de precios falsos publicitados en redes sociales que no coincidieron con aquellos el día de la expo. Conclusión: fue un pinche desmadre monumental que no vale la pena ni detallar.

Resignado a irme sin mis exclusivas, continué con mi labor y, en una de tantas caminatas por uno de los sitios de interés, llegué a un punto en el que, literal, una chica de la nada me informó que ya era posible comprar sin pulsera en su local. “Okeeeeey, ¿y cuál es tu local?”, pregunté ante lo random de la situación. Ella señaló un stand a unos metros de donde me encontraba y se trataba del local de Super7, tercera compañía/fabricantes y diseñadores de juguetes que trajo varias exclusivas a la Unboxing, entre ellas, este Optimus Prime Super Cyborg.

Si les parece conocido es porque este Prime también fue una exclusiva de la SDCC de este año. Esta versión no transformable del líder Autobot está hecha en plástico traslúcido casi en su totalidad, salvo el detalle cosmético y super japo del pecho robótico; un atractivo diseño para mostrar la funcionalidad teórica interior del buen Optimus. Puntos adicionales por materializar una idea interesante de esta compañía que con frecuencia adquiere la licencia de propiedades de renombre para lanzar productos oficiales.

Y ya, esa es toda la gracia del set. Incluye el rifle de iones, también en sexy plástico traslúcido. Ah sí, y uno de los lados de la caja se encarga de explicarte cómo es que funciona el pecho removible, en caso de que no fuera lo suficientemente obvio.

Super7 anticipa en uno de los flancos de la caja un futuro miembro de la familia TF Super Cyborg. No sé tanto de este pedo de los Transformers, entonces no sé de quién se trate. Igual pronto nos enteraremos. Todos alerta.

Mi intención era únicamente adquirir el Prime, pero al escuchar que uno de los locatarios (gringo, al parecer) le comentó a la misma fulanita que me invitó a formarme que "sólo había 20 pares más", decidí investigar... El par era una reedición con empaque en español de las dos figuras que ven en la foto: He-Man y Skeletor, tal y como Mattel los vendió en nuestro país durante la década de 1980. Tal y como un servidor los tuvo en su momento. Bueno, sólo a He-Man, pues el único calaquita que tuve fue el de la armadura madreable.

De acuerdo con uno de mis compañeros de fila, al parecer Super7 tuvo problemas con sus productos y muchas cajas de estos Amos del Universo estaban dañadas. Por más que revisé los dos ejemplares que me vendieron (al igual que el Prime, a precio oficial), no encontré un daño catastrófico que las hiciera ignorables, si consideramos que pagué 1,200 pesos por las dos. Hasta me pareció poco por unos pedacitos mamados de nostalgia ochentera.

Ya estaba yo muy feliz con mis adquisiciones Super7 cuando una chillona y molesta voz osó vociferar mi nombre: el Lic. Tapetes, erudito de todo lo que tiene que ver con los aburridísimos monos esos de Marvel Legends, aguardaba estoico su turno para entrar al recinto de Hasbro. No van a creer lo que pasó después...

El Señor, al conocer mi dilema, con toda la amabilidad que lo caracteriza, se ofreció a adquirir para mí las dos exclusivas TF que estarían disponibles, y como pueden ver en estas imágenes, acepté. La primera de ellas fue el Bumblebee Vol. 1 Retro Rock Garage (#3,139), una exclusiva de la SDCC 2018 que encontró su camino hasta la Unboxing. Recuérdenme que la siguiente vez que vea al Lic., yo pago los tragos.

Este set forma parte del PINCHE DESMADRE DESASTROSO llamado Studio Series y porta el lugar 19 dentro de la numeración norteamericana. El molde de Bee es un repaint/retool de la figura Deluxe que apareció en la línea The Last Knight. Aquí, el empaque de casete es para colgarse del vibe retro de la película que llega hoy a las salas de cine.

Además del abejorro, el set incluye los moldes en plástico traslúcido de dos cassetticons G1 japoneses que Hasbro no había lanzado en América: Dairu y Uruaz (#3,140 y #3,141), un par de dinosaurios que se unen para formar a un robot todo loco que escucha a Barry Manilow. Este set no era mi prioridad cuando fue anunciado a principios de este año, pero debo confesar que el empaque me ganó. Maldita nostalgia ochentera absurda y tóxica.

Y bueno, la otra exclusiva sí era prioridad...

Optimal Optimus: Rey de los Monos

Mi figura #8,300


Objetivo Opcional: Adquirir el Prime Exclusivo de la SDCC 2018.
No fue directo de la Con de este año, pero llegó desde la Unboxing.
Noveno Objetivo Opcional de 2018, cumplido.
¿Quieres saber más?

8 de agosto de 2017

La Unboxing Toy Convention, el agridulce sabor de la victoria y Tryptigun


Odio las expos. Lo he dicho en numerosas ocasiones y en distintos contextos. Detesto las filas largas, el aglutinamiento y la frustración potencial de salir con las manos vacías por no encontrar nada de tu agrado, o peor aún, ver algo que te gustó, pero a un precio idiota. Sumado a todo lo anterior, está el hecho de pagar entrada para vivir todo esto.

Claro, soy fan del ToyFest y espacios similares, pero la gran diferencia es que la entrada es gratuita y esto reduce considerablemente la negatividad de la visita. Además, espacios como el antes mencionado tienen un buen récord en las piezas que he encontrado entre la cháchara.

Entonces, ¿qué me motivo a asistir el pasado viernes a la Unboxing Toy Convention (UTC)? ¿Fue acaso el concepto de un espacio dedicado a los juguetes y el coleccionismo? ¿La idea de un nuevo evento que congregaría a los coleccionistas para una convivencia veraniega única? No, lo que me hizo comprar una entrada fue la promesa de obtener Transformers que fueron exclusivas de la San Diego Comic–Con de este año. Así de simple funciona la mente de un servidor. Y a juzgar por las palabras de mis compañeros de fila (con quienes conviví alrededor de 3 horas y 40 minutos), no era el único que asistió con esa directriz en mente.

¿Y qué tal estuvo? Creo que ya habrá foros en donde se analice minuciosamente lo que se vivió ahí. Sin entrar en mucho detalle, creo que hay mucho espacio para mejorar. Al ser un evento nuevo, uno debe ser un poco más laxo en el juicio. ¿Y cumplieron su promesa de las exclusivas? Aquí es donde el asunto se pone agridulce: sí y no.

Verán, mis objetivos principales eran dos Primes exclusivos de la SDCC. Ambos fueron anunciados en varias ocasiones, tanto en la página del evento, como en su página de Facebook. Si ahí encontraba otra cosa que estuviera dentro de mi lista de pendientes, pues sería como postre. De las dos figuras que buscaba sólo estuvo disponible una de ellas. Y no, no se acabó o llegué tarde, simplemente no la tuvieron durante todo el evento, con todo y que mencionaron, incluso después del primer día, que la tendrían.

A minutos antes de entrar.

De hecho, fui una de las primeras 30 personas en formarme para entrar al lugar. Llegué casi 3 horas antes de que abrieran las puertas, esto para asegurar un buen sitio y aumentar la probabilidad de éxito. Fue un poco pesado, pero mi Vita me hizo buena compañía.

Una vez que abrieron las puertas, todo el mundo corrió para formarse en el stand de Hasbro, que es donde estarían las exclusivas que los fans TF —además de los marvelitas, warsies y colados— buscaban. Ya formado, comenzó la conversación entre los impacientes. La mayoría iban por las exclusivas de Star Wars, seguidos por los que querían un set de Thor Legends de Marvel y hasta abajo de la cadena alimenticia coleccionista, yo, representando a los que tragamos plástico transformable.

Prime MP–10 con oreja caída y el hacha de Energon mal puesta.

Rumores llegaban a la fila acerca de cómo "sólo podías comprar 2". ¿Piezas de cada exclusiva? ¿Artículos totales? Nadie de los que estábamos atrás sabíamos a qué nos enfrentaríamos una vez que estuviéramos en la recta final hacia una de las cuatro cajas dentro del stand. Durante los poco más de 40 minutos que estuve formado, no alcancé a ver a otro comprador antes de mí que se llevara Transformers. Todos los que tenían en los anaqueles y cerca del mostrador permanecían intactos, mientras los Thrawns, Landspeeders de Luke, Odinsons y Cuarteles de Misiles Cobra comenzaban a circular al por mayor.

Fue en ese momento cuando comencé a sospechar que algo no andaba bien, pues el Optimus Prime de The Last Knight (sí, el que trae el pedazo de neumático) no se veía por ningún lado. Ahí estaba en el stand, ignorado por los compradores, el otro Prime que buscaba, pero el de TLK no. Había incluso Masterpieces Takara en el stand (esa es otra LARGA historia que algún día les contaré si me invitan un trago) y otros de los sets exclusivos, como el de IDW con Jetfire y el MP–10 Exclusivo de TRU. Pero el Prime que buscaba, no.

Al estar frente a la caja tuve que decidir, además del Prime Primitive que sí aseguré, qué otra cosa me llevaría. Mi premio de consolación fue algo que no esperaba encontrar ahí (por lo menos no en ese stand). Y sí, mi premio de consolación fue un Trypticon Titans Return Generations. Gracias.

Otro de los sets disponibles en el stand más visitado de la convención.

Una vez adquiridos mis dos artículos, me retiré algo decepcionado —porque además de no encontrar lo que esperaba, en el stand aceptaban todas las tarjetas de crédito, excepto la mía (¡MALDITO SEAS, BANCO DEL ATLÁNTICO!), y por ello no pude comprar más cosas porque no llevaba más efectivo—. Entonces, decidí no perder la buena actitud y dar una vuelta por el lugar. Claro, cargando los 10 pinches kilos de plástico nuevo en una bolsa que se rompió dos veces.

Mezcla de stands de vendedores conocidos, con otros nuevos para mí fue lo que encontré en el piso de la UTC. Había pocas cosas para el fan TF, si las comparamos con la cantidad obscena que había de otros fandoms, pero supongo que buscándole, alguien podía encontrar una que otra buena pieza a precio razonable. Estuve a punto de comprar un Sentai que no tenía, pero estaba incompleto. Quise comprar un Prime en otro stand, pero no aceptaban mi tarjeta. Quise comprar un snack, pero tenía gluten. Todo mal.


Gracias a los miembros de la Unión Cultural Mexicana de Fans de Transformers, con quienes tuve la oportunidad de charlar, me enteré a detalle acerca del problema de diseño que ha afectado a varios ejemplares de Trypticon. Esto, evidentemente, fomentó mi paranoia y llegué a casa para informarme todavía más del asunto y, de paso, abrir la figura y cerciorarme de que no tuviera problema alguno. Por fortuna, el lote al cuál pertenece mi Tryps, al parecer, es uno que no padece el problema en la pierna/cadera/ingle. Para asegurarme, seguí algunos de los consejos y tutoriales disponibles para 'prevenir' un desafortunado incidente y mi pieza funciona al 100%, por lo menos en esa parte de su anatomía. El problemilla de la puerta que se ha presentado en todos los lotes, permanece.

Producto del miedo que sembraron en mí estos chavos, Trypticon se convirtió en el primer Transformer que saco de su empaque EN LO QUE VA DEL AÑO, sin contar el hecho de que pasé la noche de mi sábado revisando y tomando medidas precautorias en las piernas de mi Decepticon. Gracias, en serio, se los agradezco mucho. Los hago directamente responsables de cualquier subsecuente ataque de ansiedad.

Siempre es interesante conversar con colegas de vicio, y sobre todo, unos tan dedicados a dar a conocer este sector del coleccionismo. Estas son algunas imágenes del diorama que tenían en su stand.

Autobots y Decepticons de muchas líneas se enfrentan por un espacio en tu foto.

Y yo que todavía no abro mi Fort Max...

¡Aunque te disfraces de Autobot, sabemos que eres tú, Death Garry Gun!

Un Four Star Shackwave. Eso no se ve todos los días.

Además de la vendimia y la convivencia entre adictos, lo demás era lo rutinario en este tipo de eventos: conferencias diversas, uno que otro famoso firmando autógrafos, cosplay moderado, muchos escuincles gritones y exhibición de piezas de colección. Les dejo algunas imágenes de lo que me pareció más interesante.

No sé quién es y no sé leer japonés, pero creo que la placa decía "BOLTRON".

Casi, casi como en la Friki Plaza.

El mejor, aceptémoslo.

Si no coleccionara robots transformables, coleccionaría M.A.S.K., pero si no 
coleccionara eso tampoco, seguro coleccionaría Dino–Riders.

Todavía recuerdo cuando era morrillo y le dije a mi madre si me compraba ese T–Rex. Ella vio el precio y dijo: "pídeselo a Santa. O al Fondo Monetario internacional...". 
Ay :'(

Pura nostalgia jurásica.

Otra vez Boltron, pero con sus amigos Jumbo.

Esa fue mi experiencia en la UTC. Creo que, después de sumar y restar, queda como positiva. Este asunto tiene todo el potencial para convertirse en ÉL evento para coleccionistas en nuestro país, pero se necesitan pulir muchas cosas, como el orden y filas para la compra de las exclusivas, fomentar y mejorar la interacción entre clubes de coleccionistas y equilibrar los contenidos para distintos fandoms. Sé que hay trillones de warsies, pero los fans de los robots transformables también llenamos foros si se nos trata bien. 

No me dolió pagar 100 pesos de entrada por lo que obtuve al final. No como aquella vez cuando pagué 70 por un fraude flagrante. Esos 70 pesos todavía me duelen.

Y claro, está el recuento de lo adquirido:

(play "Police Truck.mp3")

6,700...


y 6,800.

Como niño en Navidad.


"Da fuc?!"

A dinosaur!

A city!!

A spaceship!!!

A FUCKING CYBERTRONIAN HAND CANNON!!!!

NOT TRYPTICON, FUCKING TRYPTIGUN!!!!!



Objetivo: Alcanzar los 300 Primes transformables en mi Colección.
Mi figura 6,800 es uno más para esta lista.
Restan 8 Primes para cumplir el objetivo.

Objetivo Opcional: Conseguir al Decepticon más grande que se ha hecho.
Mi figura 6,700 me ayuda a alcanzar esta meta.
Primer Objetivo Opcional de 2017, cumplido.

¿Quieres saber más?