24 de abril de 2009

¡EPIDEMIA!

Hoy suspendieron las clases desde Kinder hasta Universidad en Ciudad de México y Estado de México debido a un brote importante de influenza. Hasta donde yo recuerdo, en toda mi vida académica (que afortunadamente abarcó todos los niveles desde y entre los antes mencionados), nunca había ocurrido este tipo de alertas. "¡Una cortina de humo creada por el gobierno para aprobar una ley trinquetera o subirle al dólar, como cuando el Chupacabras!" dirían las señoras en provincia, enriquecidas por la crítica ácida de los noticieros de TV abierta. La verdad es que en algún momento de diciembre de hace dos años, cuando laboraba en una horrenda oficina propensa a enfermedades de este tipo, fui contagiado por algo que, aunque no estoy cierto de que se haya tratado de influenza, definitivamente no era gripa; fiebre, dolores musculares, mareos, gusto por la poesía y Café Tacuba... en verdad estaba yo muy enfermo.

Mi patrón inmediato se ha quejado ultimamente de dolores similares a los de esta amenaza epidemiológica. Incluso ayer en la Premiere de Patrulla X: el Origen de Glotón, convivimos con gente que estaba estornude y estornude. Me encantaría que suspendieran las clases actividades en la oficina donde laboro, ya que en verdad es un excelente centro de contagio gracias a la gente inconsciente que ni siquiera tiene la cortesía de utilizar tapabocas cuando está enferma (y se encabrona cuando no la quieres saludar).

No me gusta estar enfermo, y si no fuera por que tengo que entregar el reporte fiscal mensual de estadística y contenidos en hoja carta envuelto en sobre oficio de papel manila, hoy me quedaba en casita con Red, bebiendo Martinis a punto de nieve que, dicen, son buenísimos para evitar la propagación de esta terrible enfermedad.

4 comentarios:

La novia dijo...

Ansio esos martinis...

Anónimo dijo...

Te mató el virus ?, deseamos seguir leyendo tus posts

Un lector asiduo

Andres dijo...

es verdad!!! sigue vivo amigo? que onda con los martinis??

mdverde dijo...

Nunca me he tomado un martini, pero desde que leí este post, la parte de "los martinis a punto de nieve" me antoje de una manera... jajaja y mejor aún si "son buenísimos para evitar la propagación de esta terrible enfermedad."

Saludos y qué dicha que están bien.