Los colores en ambos modos son casi idénticos al juguete original. Por otro lado, los accesorios incluidos son casi los mismos que en la otra edición, salvo un par de extras que lo vuelven más fiel a la figura BW.
Nunca ha sido mi interés tener todas y cada una de las figuras Masterpiece, por lo menos no por ahora. Entre tantas redundancias de varias figuras MP, esta era la versión de Primal que realmente quería. Esperar un poco con las Masterpiece siempre es la mejor opción.
Special
Lo 'especial' de esta edición es que fue lanzada para conmemorar, de acuerdo a lo que leí, la venta de 20 millones de unidades de figuras Beast Wars. Sí, ahí dice 2,000, pero supongo que el resto del texto japonés aclara el punto. Nunca quedó claro si las unidades vendidas fueron sólo en Japón o en todo el mundo. Mi primera versión de este molde Primal Gorila llegó en 2008, hace 10 años; hoy, si mis cuentas no fallan, esta es mi quinta variante de este molde del chango.
Finalmente, Optimus Primal Year of the Monkey Platinum Edition Exclusive Generations (#2,904) fue la figura que, como su nombre lo indica, sirvió para conmemorar el Año Chino del Mono, allá por 2016.
El molde utilizado es el del Optimus Primal RID, que en realidad debió pertenecer a Beast Machines. Los asiduos a este espacio recordarán que ese Primal fue el que casi me cuesta quedarme en Perú en aquel viaje a aquel país durante 2009. Los colores, por otro lado, son retomados del Primal Prime, una de mis figuras de centena que cayó por aquí en 2013.
Cuando apareció esta figura, su precio rondaba los 150 dólares. Esa fue la principal razón por la cual no la adquirí de inmediato. Una vez más, la legendaria Paciencia del Buda™ rindió frutos, pues logré conseguirla, nueva y cerradita en 40 dólares, sólo un año de espera después de su lanzamiento.
Comienza la recta final hacia los 3,000 robots transformables. Es un hecho que no llegaré a esa cifra con las figuras pendientes del 2017, pero tal vez sí lo logre con las que llegarán este año. Ya veremos.
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