Ok, esta es la primera 'reseña' que haré sobre una de las figuras de mi colección. Me pareció apropiado iniciar con aquella responsable de mi nueva adicción por estos juguetes. ADVERTENCIA: los datos incluidos aquí pueden ser en extremo aburridos para cualquier mortal sin un mínimo de interés en los robots, las figuras coleccionables y la onda retro 80’s en general.
Una vez aclarado esto, empecemos.
Doubledealer es una figura que tuve en algún momento cuando cursaba los últimos años de la primaria. Para aquellos que quieran sacar cuentas, estamos hablando de 1988. Esta figura (que alguien me corrija si me equivoco) nunca estuvo disponible en México. La razón es muy sencilla: Transformers ya estaba llegando a su fin en Estados Unidos y esta fue una de las últimas figuras G1 que estuvieron disponibles en el gabacho. Los niños comunes de la época no podían creer que existiera esta clase de TF, ya que no era un personaje común.
-Doubledealer en modo vehículo: un transporte para misil balístico intercontinental. Muy ad hoc con la Guerra Fría-
Este personaje perteneció a la serie Powermasters, cuya característica principal era la de 'requerir' de un pequeño robot conectado en la figura principal, para que ésta pudiera transformarse. Un poco sangrón, sí, pero las figuritas eran un pequeño extra que todo niño agradecía. Más juguetes = más felicidad cuando eres pequeño. Este TF tenía dos motores o 'Nebulans' necesarios para su transformación:
-Knok y Skar: un androide muy cuadrado y un murciélago muy morado-
Para los que no sepan, hay Transformers buenos (Autobots) y malos (Decepticons); los primeros quieren impedir los planes de los segundos que como siempre, involucran ondas de conquista universal, destrucción y esas cosas comunes en los dibujos animados para niños. Pues bien, basta transformar a Knok en un pequeño motor y conectarlo en la parte superior de Doubledealer para que este muestre su verdadera forma: Un robot Autobot listo para la acción.
-Doubledealer en modo robot: mi misil quiere tener una charla contigo-
¿Y qué hay del segundo Nebulan? Pues bien, Skar también se transforma en un pequeño motor y al conectarlo a la misma ranura, permite una segunda transformación que dejaba helados a todos mis compañeritos de clase (a las niñas igual les valía madres):
-¡Doubledealer se transforma en un halcón Decepticon!-
Así es. Doubledealer era un mercenario dispuesto a venderse al mejor postor. A veces traficaba armas, otras esclavos... A veces sólo cambiaba de equipo a la mitad del partido y hacia encabronar a medio mundo. El caso es que este era un juguete único, pues prácticamente el 99% de los Transformers de esa época eran buenos o malos, no ambos.
Esta es una de mis figuras favoritas y hace apenas un año, después de perderla durante mi infancia, la recuperé comprándola en ebay. No había planeado coleccionar TF en ese entonces, pero digamos que una cosa llevo a la otra y pues ahora estoy rodeado de una colección decente de figuras y creo que todo se lo debo a Doubledealer por recordarme tan buenos momentos de mi niñez. Sobre todo esos cuando era la envidia de los demás que jugaban con sus figuras de He-Man que sus madres les compraban en Aurrera... mientras yo tenía el único TF que era bueno y malo a la vez. Un poco como su dueño.
Costo actual nueva MIB (aprox): 250–350 dólares. Si alguíen se anima, está la versión japonesa en caja de esta figura en 680 dólares aquí.
Costo figura loose: entre 40-80 dólares (a mi me costó 50).
Modo vehículo: 9
Modo bestia: 9
Modo robot: 9
Overall: 9
4 comentarios:
Buena reseña. Me gustaría que también pusieras cual es su costo actual en el mercado. Resultaría interesante saber en cuanto se cotizan hoy en día y si hay características que eleven o disminuyan su valor.
No es mala idea Sr. Lo empezaré a hacer a partir de la próxima. Muchas gracias por la sugerencia.
Después de lo que nos has platicado de las transformaciones (tiempo y dificultad) estaría cool que mostraras fotos del paso a paso. Saludos.
Otra buena sugerencia, aunque creo que sería mejor poner un pequeño video. Si me da tiempo, lo hago.
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